La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) considera que la inversión en ESG (siguiendo criterios, medioambientales, sociales y de gobernanza) es un "tren que no se debe dejar pasar", pero al mismo tiempo reconoce que el sector de fondos de inversión nacional podría estar falto de "agilidad" para crecer al ritmo al que lo está solicitando ahora mismo una demanda en aumento.
Así lo ha reconocido la vicepresidenta de la CNMV, Montserrat Martínez Parera, durante la inauguración del primer 'Foro de elEconomista Inversión ESG y financiación sostenible' que se celebra este martes en Madrid. Siga aquí en directo las jornadas
"Como supervisor somos bien conscientes de esta problemática y hemos tratado de ofrecer flexibilidad y hemos publicado directrices y guías al sector. Adicionalmente, el sector privado debe dedicar recursos y esfuerzos para no quedarse atrás. En términos de fondos de inversión, los datos en España apuntan a que existe el riesgo de que nuestro país no esté siendo lo suficientemente ágil para no quedarse atrás", ha señalado Martínez Parera. Según apunta la CNMV, en estos momentos, existen 154 fondos de inversión en España que se declaran como fondos sostenibles, de los que siete son los que tienen como objetivo directo el ESG. "Esto representa el 17,4% del patrimonio de los fondos de inversión. No cabe duda de que el sector se va adaptando, pero este porcentaje es algo inferior a la media europea y está por debajo de las cifras que se observan en otras jurisdicciones relevantes", continúa la vicepresidenta del máximo órgano regulador, que considera, además, que el porcentaje de fondos sostenibles comercializados en España proviene en parte de productos de gestoras extranjeros que se comercializan aquí. "Animo, por tanto, al sector a mantener el dinamismo que le caracteriza y a adecuarse también a la demanda", afirma. "Es un desafío que reconocemos en el ámbito europeo e internacional. Lo que queremos es que el sector crezca y que lo haga desde el punto de vista de la confianza para encontrar el equilibrio entre la oferta de productos sostenibles y hacerlo siendo fieles a la categoría del producto", reconoce Martínez Parera.
Un crecimiento del 40% anual
Durante su intervención, la vicepresidenta de la CNMV ha reconocido además parte de culpa por parte de los reguladores europeos. "El principal desafío al que se enfrenta el sector es que el marco regulatorio que se está construyendo es todavía imperfecto, está incompleto, aunque se ha avanzado mucho". La velocidad a la que está creciendo la ESG como criterio de inversión está generando "dos problemas" a ojos de la CNMV: el primero de ellos "la falta de datos e información", y un segundo, derivado del anterior, que "cuando existe, esa información nos está estandarizada y no es comparable". Algo que no es óbice para un crecimiento muy relevante de este tipo de productos vinculados a la responsabilidad social corporativa. Según datos de la CNMV, en la Unión Europea la emisión de bonos sostenibles está creciendo a un ritmo superior al 40% anual, con un saldo total de 890.000 millones de euros. Además, en los últimos cuatro años los fondos de inversión con etiqueta sostenible han doblado su patrimonio hasta alcanzar los 1,5 billones bajo gestión.
"No cabe duda que todos tenemos encima de la mesa una agenda que viene derivada de la agenda política y regulatoria internacional que está siendo un catalizador de la inversión sostenible", afirma Martínez Parera. "El objetivo último de la regulación es ayudar a las economías hacia la transformación para la que, obviamente, se necesitan grandes inversiones de recursos. La Comisión Europea estima las inversiones extra anuales en 350 mil millones de euros para los objetivos de emisiones de 2030 en energía, además de los 130.000 millones adicionales para el resto de objetivos".
Primera mesa: costes de la financiación sostenible
En la primera mesa de debate de la jornada los representantes de algunas de las compañías más destacadas de la bolsa española han explicado hasta qué punto facilita la financiación llevar a cabo una emisión que cumple con los criterios ESG. Consulte aquí toda la información y el vídeo de la primera mesa.
Jesús Martínez, director de Financiación y Tesorería de Iberdrola, explica cómo "en 2014 teníamos entre un 20% y un 30% de inversores sostenibles, mientras que en el último bono híbrido que hemos lanzado en Iberdrola, el 82% de los inversores eran sostenibles. Es un cambio fundamental. La estrategia no sostenible ya no es estrategia, no existe. Por nuestra parte, cada día queremos ser más transparentes para que quieran invertir en nosotros".
David Maroto, director de financiación de Telefónica, incide en cómo "los inversores hoy miden la sostenibilidad de una empresa, y no sólo la rentabilidad. Nosotros empezamos en 2018 a tener un debate sobre esta cuestión, nos hemos incorporado más tarde, pero dentro del sector de las telecomunicaciones hemos lanzado la primera emisión verde", sostiene.
Por su parte, Susana Meseguer, directora de financiación en Repsol, hace hincapié en cómo "el boom de la financiación sostenible ha sido sustancial. Nosotros veníamos de tener un 8% de nuestra base institucional que actúa con criterios ESG, y ahora tenemos un 36%, duplicando casi la media del sector. Y ya no se trata solo de fijarse ambiciones: el inversor quiere ver cómo vas a ejecutar esta inversión", explica.
Ángel Beltrán, responsable de soluciones ESG en Santander Corporate & Investment Banking, destaca cómo desde su compañía "lo que vemos es que todas las entradas de fondos van destinados con algún tipo de proposición ESG, y esto implica que los bonos que se emiten con esta etiqueta tienen más demanda que los que no. El regulador se ha involucrado más activamente y entre el año pasado y este año hemos visto un aumento importante de emisiones", destaca.
Ángel Tejada, responsable de bonos verdes y sostenibles de BBVA, reconoce que "la industria financiera hemos entendido que tenemos que actuar. Lo que hemos hecho ahora es poner esta prioridad estratégica por delante, y entender que esta transformación es un cambio disruptivo en el que tenemos una responsabilidad. Lo que esperamos es ese apetito, ese apoyo del inversor institucional, que son actores del cambio y nos tienen que ayudar a mantener la robustez e integridad en el mercado de financiación sostenible. En España se están haciendo las cosas bien", recuerda.
Adolfo García, responsable de financiación y aseguramiento de Endesa, explica cómo Endesa "ya formaba parte del Dow Jones Sustainability y en los años 90", y cómo "el grupo fue pionero en 2014 en colocar esta estrategia dentro de la parte central para la empresa. Desde 2015, cuando fuimos el primer grupo en poner en mercado un bono ligado a la sostenibilidad, todas las operaciones que hacemos incluyen objetivos ligados a la sostenibilidad. Desde el principio ha sido un proceso de evangelización, de trasladar un mensaje, y ahora estamos en un momento en el que los mercados te piden los objetivos de sostenibilidad", señala.
Segunda mesa: los retos para el ESG en el corto plazo
En la segunda mesa de debate los participantes de algunas compañías han debatido sobre los objetivos a corto plazo que se han marcado en términos ESG. Consulte aquí toda la información y el vídeo de la segunda mesa.
Severiano Solana, director de Estrategia y Seguimiento de Sostenibilidad de CaixaBank, ha explicado que en su compañía el cambio hacia un nuevo modelo se está produciendo desde arriba, con la creación en marzo de una dirección de sostenibilidad con un puesto permanente el comité de dirección del banco. "Fue una señal clara a toda entidad de que elemento de sostenibilidad no iba a ser tangencial sino que iba a estar en todas las relaciones relevantes del banco los próximos años". Otra clave ha sido el acuerdo para ser neutrales en carbón en 2050. Pero para Solana el cambio no será posible sin el empuje de las grandes y pequeñas empresas.
En el caso de Aedas Homes, tienen un capex claro. "En 2040 pretendemos estar descarbonizados", apunta Esther Duarte, directora de Recursos Corporativos de Aedas Homes. La directiva señala que la firma tiene planes estratégicos con KPIs muy concretos para saber si hemos cumplido o no cumplido. "Estos planes van a tener continuo hasta 2030 coincidiendo con la agenda. El más ambicioso es la neutralidad ambiental. La última cumbre de Glasgow, todos nos hemos marcado en que a 2030 nos hayamos descarbonizado en un 40%, nosotros hemos marcado un 50%", señala.
Naturgy ha sintetizado sus metas en en 74 objetivos que emanan del plan estratégico 2021-2025. "Hemos trazado una ruta en la que estamos alienados a los escenarios de temperatura entre 1 y 1,5 grados del Acuerdo de París, tanto la generación eléctrica como aquellas emisiones indirectas de nuestros clientes a través del negocio del gas" explica Nuria Rodríguez, directora de Medio Ambiente y Responsabilidad Social de Naturgy.
Por su parte, Enagás ha trazado en su estrategia tres objetivos. El primero es retener talento y la incorporación de la mujer a todos los niveles, el segundo está vinculado a descarbonizar su propia actividad y reducir sus emisiones de C02 (ser neutros en 2040) y el tercero tiene que ver con los biometanos. "Tenemos que ser capaces de priorizar aquellas iniciativas que tienen un mayor impacto y posteriormente compensar las que no hemos sido capaces de reducir. un 50%", apunta Carlos Ruiz, director de Sostenibilidad y Riesgos de Enagás.
En un modelo tan diferente de negocio como es el del turismo, Paradores aspira a un modelo distinto donde prime la calidad frente a la cantidad. "Paradores tiene que ser un ejemplo para el conjunto del turismo nacional desde el punto de vista de lo social, lo sostenible y también de la gobernanza y que sea la gran palanca para cambiar el modelo turístico de nuestro país. Padores tiene que ser una palanca fundamental", destaca Pedro Saura, presidente de Paradores.
Por último, la francesa Engie apuesta por un crecimiento hasta 2025 en energías renovables, y dar soluciones de eficiencia energética a clientes que necesitan cambiar sus instalaciones, incluso financiándoles. "Ese objetivo de descarbonización a 2040 lo hacemos con nuestros clientes, les ayudamos en ese camino. En lo social, paridad a 2030, a nivel manager, que gestione equipos y estamos trabajando con universidades y a otros niveles y dependiendo de los países con escuelas de enseñanza secundaria para que haya más vocaciones y haya más mujeres que entren a formar parte de la profesión energética", explica Alfonso Pascual, director de Sostenibilidad de Engie España.
Tercera mesa: la sostenibilidad y la transparencia
En la tercera mesa del I Foro ESG de elEconomista los participantes abordaron la cuestión de la estandarización de la información no financiera, en un contexto regulatorio que exige cada vez más reporte a las empresas sobre estas cuestiones y en el que los inversores piden también mayores y mejores datos sobre los procesos de sostenibilidad de las compañías. Consulte aquí toda la información y el vídeo de la tercera mesa.
Cristina Moral, gerente de responsabilidad corporativa de Ferrovial, explicó durante su intervención que las firmas tienen la tarea de reportar con la máxima calidad y eficiencia porque la sostenibilidad se ha convertido en un factor que ayuda a maximizar el valor, por lo que se ha convertido en una cuestión clave. Pero "necesitamos sistemas de reporting sólidos y homógeneos", que involucre tanto a la dirección financiera como a los responsables de ESG dentro de las empresas, subrayó.
Eduardo Ripollés, responsable de negocio institucional de Mapfre AM, incidió en que las gestoras exigen que la información sobre estos temas sea "limpia y transparente" porque los inversores finales "nos exigen que hayamos filtrado bien" dichos datos, razón por la que considera que la sostenibilidad se ha convertido en una cuestión que debe involucrar a todo el consejo de administración de una compañía, aparte de los requerimientos legales a los que están obligados.
Para María Luisa de Francia, directora financiera de Pharmamar, explicó que la transparencia no solo concierne a la compañía en sus procesos productivos sino también a sus proveedores y empleados y señaló como primer reto de las firmas la recogida de datos, su discriminación, contextualizarlos en cifras y tener en cuenta el exceso de regulación que existe. Un hándicap, a su juicio, para las firmas de tamaño mediano y pequeño.
Por su parte, Pablo Bascones, socio responsable de sostenibilidad y cambio climático de PWC, destacó la dificultad de homogeneizar la información no financiera cuando existen disparidad de criterios y agencias de calificación, cada una enfocada en unos aspectos más sociales o más ambientales. "Tenderemos hacia una mayor homogeneización en la medida que se puedan reportar estos datos, al igual que ocurre con la huella de carbono", explicó, y aunque se alcance ese estándar, "las agencias tendrán sus propias características", al igual que ocurre con la información financiera.
Isaac Ruiz, responsable de ESG de Siemens Gamesa, aseguró que la sostenibilidad está cambiando la forma de enfocar los negocios por parte de las compañías porque ahora "mueve los mercados, algo que antes no lo hacía con los volúmenes con que lo hace ahora", subrayó. A su juicio, una empresa que no sea transparente "lo pasará mal" y recalcó la necesidad de ofrecer información sobre estos temas porque, si no, "otros lo harán por ti".
Cuarta mesa: Los recursos destinados a ESG
A la hora de medir el dinero destinado a cada proyecto o departamento para cumplir y mejorar los objetivos de sostenibilidad y buena gobernanza, todas las empresas hablan de la dificultad parta cuantificar cada partida. Como se ha podido escuchar en la última mesa antes de la clausura de este evento impulsado por elEconomista, la vicepresidenta de Calidad Interna, Salud, Seguridad e Innovación del Grupo Apluss+, Maria Teresa Sanfeliu; su compañía creó en 2014 un comité exclusivo para ESG.
"Aunque en aquel momento era algo novedoso, ahora los objetivos y la gestión de los recursos suben en cascada por toda la empresa de manera que podemos monitorizar que cumplimos nuestras propias metas", ha comentado Sanfeliu que reitera el compromiso de Apluss+ de conseguir un 90% de los objetivos marcados por el grupo en materia de buena gobernanza.
Desde Logista, entienden cuáles son los grandes retos de su negocio dado que el transporte de mercancías de largo recorrido tienen un impacto directo en las emisiones de dióxido de carbono. Con este punto de partida, Antonio Mansilla, director corporativo de Recursos del Grupo Logista, ha explicado que existen alternativas como el transporte de mercancías combinando el transporte por carretera y el realizado en tren, lo que reduce la huella de carbono. Sin embargo, es complejo hacerlo a gran escala. "Nuestros esfuerzos de sostenibilidad van encaminados a renovar la flota de vehículos, dado que cuanto más nuevos sean los camiones, más eficientes son", apunta Antonio Mansilla.
Del mismo modo, desde Logista han estimado que, aunque hay camiones totalmente eléctricos, no es posible adquirir una flota lo suficientemente grande como para que sea admisible la inversión. "Piensa que cuesta cuatro veces más que un camión diesel y el porcentaje que podría poner en circulación apenas reduciría la emisión de gases de efecto invernadero", han lamentado desde Logista, que aunque tengan definidos objetivos de ESG a largo plazo son partidarios de cumplir las metas del corto plazo.
La planta de Calvo en España lleva cuator años con un plan de envasado más sostenible y con menos desperdicio alimentario. Sin embargo, su apuesta en ESG va más allá. La directora de Sostenibilidad y Comunicación del Grupo Calvo, Mariví Sánchez, entiende que su principal preocupación como empresa en materia medioambiental está en los mares. Por ello, sus pesqueros, y los proveedores que trabajan con ellos, siguen una serie de normas que protegen los caladeros de atún tropical. Así, la pesca se realiza de una manera sostenible y con aparejos menos invasivos que permiten evitar la merma de los bancos de atunes.
Todo ello es impensable sin el apoyo por parte de la tecnología. En esta línea, la directora de Partners de Microsoft en España, Carolina Castillo, ha puesto en valor la capacidad que da el acceso a las herramientas digitales para conseguir los objetivos de todas las empresas: ser más sostenibles con el medio ambiente, responsablemente sociales y con buen gobierno. Entre sus objetivos a largo plazo, destaca el uso del almacenamiento de información en la nube. Además, desde Microsoft han remarcado que sus instalaciones en el mundo serán sostenibles en 2025 con energía 100% renovable y no realizarán emisiones de dióxido de carbono en 2030, según la tecnológica.
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