
Las emisiones de bonos verdes han crecido de forma brutal en pocos años. En lo que llevamos de 2021, en todo el mundo se han colocado 386.700 millones de dólares (334.000 millones de euros), un 30% más que en todo 2020, según los datos de la Climate Bonds Initiative (CBI). La oferta se ha disparado, pero la demanda lo ha hecho aún más, así que las colocaciones se sobresuscriben. Consulte más artículos sobre emisiones verdes en elEconomista Inversión sostenible y ESG.
Con el telón de fondo de la celebración de la COP26 en Glasgow, las miradas se dirigen hacia la necesidad de alcanzar una economía baja en carbono (que es el tema que centra este evento). Y este tipo de bonos ya ha demostrado ser una herramienta clave para levantar el capital que requiere ese objetivo.
"Estamos trabajando en ampliar nuestros estándares, y esperamos ser capaces de certificar los bonos de transición", afirma Michelle Horsfield, de la Climate Bonds Initiative
Según destacó este jueves José Sainz, director general de finanzas y recursos de Iberdrola, en un evento organizado por Deutsche Bank con motivo precisamente de la COP26, "es necesario financiar la inversión masiva que precisa la transición energética y, en este sentido, el bono verde seguirá siendo el activo top de las inversiones sostenibles". Principalmente, añadió, por la verificación externa a la que se someten, o la trazabilidad del destino de los fondos. Sainz auguró a este tipo de activos "un futuro brillante".
En cualquier caso, el universo de activos capaces de financiar esa transición limpia se está ampliando, explicó, en el mismo encuentro, Michelle Horsfield, responsable de estándares de sostenibilidad en la CBI. "Los bonos verdes han sido un excelente comienzo, pero no son suficientes. Desde la CBI estamos trabajando en expandir nuestros estándares de certificación para incluir la transición. Esperamos ser capaces de certificar los bonos de transición, que pueden llamarse bonos ligados a la sostenibilidad, o préstamos vinculados a ella... Francamente, el mecanismo financiero es irrelevante; lo importante es llevar a las grandes emisoras de carbono a esa transición", señaló. En concreto, Horsfield se refirió a los sectores del cemento y el acero, "cada uno de las cuales genera un 8% de las emisiones anuales de efecto invernadero". Las industrias pesadas deben transformar su negocio de forma fundamental, advirtió.
Los 'artículo 9' más rentables
Hemos revisado los fondos de deuda de impacto (los artículo 9 del Reglamento europeo de Divulgación de información relativa a la sostenibilidad, los verde oscuro) y, en concreto, aquellos que, según Morningstar, tienen un impacto positivo en la economía baja en carbono. De ellos, el mejor en el trienio es el Allianz Green Bond AT EUR, que sube un 2,8% anualizado a 3 años. En cartera, bonos soberanos de Países Bajos y Bélgica, y corporativos de ING y Munich Re, entre otras. Ha batido en rentabilidad a su categoría (la de renta fija global, euro cubierto) en tres de los últimos cuatro años.
Un 2,6% se anota en ese mismo periodo el AXA WF ACT Global Green Bds E Cap EUR, que obtiene la mejor puntuación dentro del rating de sostenibilidad de Morningstar, lo que implica que destaca frente a su categoría (de nuevo, renta fija global, euro cubierto). Sin embargo, solo en tres de los cinco últimos años ha superado en retornos a dicha categoría.
Tanto el JSS Sustainable Green Bd Glb P EUR acc como el LO Funds Global Climate Bond SH EUR MA suben un 2,2% en el trienio. El primero tiene en cartera bonos del Banco Europeo de Inversiones, de Países Bajos, de Chile y de la española BBVA, entre otras. Bate a su categoría (renta fija diversificada en euros) en dos de los últimos cinco ejercicios. En lo que respecta al producto de Lombard Odier, cuenta con bonos estatales neerlandeses entre sus principales posiciones. Supera, aunque por poco, a su categoría en tres de los últimos cuatro años.
Con un rendimiento inferior ya al 2% se sitúa La Française Obligations Carbon Impact D. Está invertido en un fondo monetario de la propia gestora, además de en deuda de compañías como Siemens o ABN Amro.