
La inversión sostenible es ya una tendencia por sí sola, y los inversores aprovechan el abaratamiento que suponen los indexados para entrar en ella. Los fondos pasivos constituían, ya a cierre de 2020, el 22% del universo de productos de inversión sostenible europeo, de acuerdo con los datos de Morningstar. Ese porcentaje se ha más que duplicado en 5 años. Consulte más noticias sobre sostenibilidad en elEconomista Inversión sostenible y ESG.
Muchos de esos fondos replican índices amplios, mientras que otros se centran en temas o sectores específicos. A lo largo de los últimos meses, hemos presenciado un goteo de lanzamientos de fondos indexados preocupados por cuestiones ESG (ambientales, sociales y de buen gobierno, por sus siglas en inglés).
Los roboadvisors nacionales también están empezando, poco a poco, a incluir este tipo de productos en su oferta. De hecho, en el caso de inbestMe -que ya en 2018 lanzó sus primeras carteras indexadas sostenibles-, la inversión ESG ya representa el 40% de las carteras. Estos productos, señalan desde la entidad, obtienen este año una rentabilidad acumulada media que supera en más de 1 punto porcentual a la de las carteras sin sesgo sostenible, al alcanzar un 7,4% a cierre del mes de junio. La fintech prevé lanzar en los próximos meses carteras sostenibles para planes de pensiones.
Según informaron desde la entidad en una nota, "inbestMe ha demostrado desde el lanzamiento de sus primeras carteras temáticas ISR, pioneras en la modalidad de gestión indexada en España y Europa, que invertir con valores éticos y sostenibles no significa renunciar a rendimientos futuros. Al contrario, la rentabilidad de este tipo de carteras se ha demostrado igual o mayor durante los últimos años, con una TAE un 0,43% superior desde el 2015 hasta 30 de junio del 2021 (incluyendo el periodo de backtest). Los cambios implementados no incrementan el TER medio de los fondos utilizados en la composición de las carteras que se mantiene en el 0,17%", señalaron.
Flujos al alza
Hasta la primera semana de junio, los ETF sostenibles globales encadenaron 12 meses de entradas semanales netas de dinero, 52 semanas de aportaciones que llevaron a que la cifra invertida en este tipo de productos superase los 320.000 millones de dólares. Los flujos han sido tales que son los culpables, según los expertos, de que se hayan generado problemas de valoración en determinadas compañías.