
La escasa rentabilidad que dan ya los productos de renta fija ha llevado a mucho inversor conservador a incluir productos de retorno absoluto en sus carteras pero ¿son este tipo de estrategias aptas para los pequeños inversores?
En el mundo de la gestión de activos ha habido históricamente dos bandos. El primero, el de la gestión activa, que a cambio de cobrar comisiones más elevadas aspira a obtener siempre rentabilidades superiores a las de sus índices de referencia. Y el segundo, la gestión pasiva, fondos indexados y ETF que tan solo tratan de replicar el comportamiento de un índice a cambio de bajas comisiones.
Pero en los últimos años ha surgido un tercer bando, uno que hasta que estalló la crisis de las subprime había permanecido en el mundo offshore (no regulado) pero que en un contexto prolongado de tipos de interés al 0% no ha hecho otra cosa que democratizarse -y regularse- para acceder también al pequeño inversor. Se trata de la gestión alternativa y un ejemplo del boom que están teniendo este tipo de fondos que se asemejan a los hedge funds tradicionales pero con más liquidez y bajo el paraguas de UCITS, se ve en que según las previsiones que maneja Citi pueden alcanzar en el año 2021 los 27 billones de dólares, lo que supondría igualar en activos bajo gestión a los fondos pasivos y de smart beta. Datos que de cumplirse no harían sino prolongar el boom que ya están teniendo estos productos tanto en Europa, donde los fondos alternativos de marca UCITS han crecido un 23% anual en los últimos 10 años hasta alcanzar los 400.000 millones de euros, según los datos que recoge Lyxor; como en España, donde los fondos de retorno absoluto acumulan ya suscripciones por valor de 3.600 millones de euros, un 488 por ciento más que todas las entradas de dinero que recibieron en el año 2016.
Muchas son las causas que están detrás de esta época dorada que atraviesa la gestión alternativa que incluso se espera que supere a la gestión tradicional activa en apenas nueve años, pero hay una que prevalece por encima de todas: el largo periodo de tipos de interés al 0% al que se están enfrentado los inversores como consecuencia de las políticas acomodaticias de los bancos centrales que deja a los inversores más conservadores ante un gran dilema: o cambiar radicalmente su perfil de riesgo para tratar de captar rentabilidades atractivas en los mercados de renta variable, o asumir que durante los próximos años podrán incurrir en pérdidas si mantienen sus posiciones en renta fija. "Las estrategias alternativas en un contexto de bajo riesgo y bajos retornos se están convirtiendo en cada vez más populares para los inversores que buscan una alternativa a los bonos en un contexto de bajos tipos de interés" apunta Ann-Katrin Petersen, vicepresidenta de economía global y estrategia de Allianza Global Investors, gestora que se ha marcado el crecimiento en el segmento de gestión alternativa como uno de sus grandes retos a corto plazo.
Más demanda institucional
Entre esos inversores se encuentran además los planes de pensiones. "Los inversores institucionales como los planes de pensiones tienen que conseguir una rentabilidad determinada en un periodo concreto de tiempo y se han dado cuenta que con los activos alternativos pueden conseguir ese objetivo", apunta David Larssen, director general de Duff & Phelps. Una prueba de ese impulso se ve en que, según la consultora Willis Toward Watson, el porcentaje de activos alternativos en las carteras de los grandes fondos de pensiones del mundo ha escalado hasta el 21%. En el caso español, este porcentaje que cae hasta niveles del 3%, pese a las llamadas de la industria abogando por un mayor peso de los activos alternativos en las carteras españolas. "Creo que deberíamos a aspirar a dedicar un 25 por ciento de las carteras a activos alternativos. Debe ser una cosa principal porque es muy importante para los próximos años. Para ello necesitamos incorporarlos en los mandatos de gestión siempre que se entiendan los activos, los riesgos y los costes" apunta Cirus Andreu, de la gestora de Sabadell.
¿Son una opción para los particulares?
Esta inquietud por conseguir rentabilidades similares a las que ofrecía la renta fija en el pasado pero sin asumir el riesgo que se le predispone a la renta variable también afecta a los inversores particulares. Según datos de Natixis Global AM, aunque el 71% de los inversores españoles afirman que su asesor les ha hablado sobre las inversiones alternativas, el 64% piensa que las inversiones alternativas son demasiado complejas para ellos. De hecho, los expertos dudan de que un fondo alternativo en España se les conoce como de retorno absoluto- pueda ser una buena opción para los inversores más retail. "No soy muy partidario de recomendar estos productos para un inversor particular ya que en el pasado han dado rentabilidades anuales del 2%, aunque sí puede tener sentido incluirlos para descorrelacionar las carteras", afirma Fernando Luque, editor en España de Morningstar. No osbtante, Paulo Gonzálves, de Banca March, cree que "en este contexto sí pueden ser una opción interesante a la renta fija aunque se requiere un cierto asesoramiento ya que entender estos productos implica tener unos conocimientos financieros elevados", lo que lleva a Ignacio Perea, de Tressis, a recomendar que "un conservador no invierta más de un 15 por ciento de la cartera en estos productos y que recurra siempre a un asesor para que haga la selección".
No en vano, el universo de los fondos UCITS de gestión alternativa es uno de los más variados y poblados, lo que ha llevado a la CNMV a iniciar una investigación para analizar si todos los productos que dicen ser de retorno absoluto lo son realmente y analizar al detalle su transparencia y estilo de gestión. Según los datos de Morningstar, en España se comercializan más de 3.000 productos bajo la etiqueta genérica de "alternativos", la mitad requieren de inversiones mínimas inferiores a los 20.000 euros y la diferencia de rentabilidad a cinco años entre el más rentable, Global Allocation, y el menos rentable, atl Capital Quant 25, ambos en manos de gestores españoles, es de nada menos que 30 puntos porcentuales.
Ante estos datos, la figura del asesor se antoja clave para identificar a los pocos productos que sí pueden cumplir con ese romántico objetivo de ganar dinero haga lo que haga el mercado, aunque Fernando Luque da una pista para el particular pueda realizar una criba previa: "Hay que mirar las rentabilidades a 12 meses y ver que sean positivas". Pues bien, según datos de Morningstar, de los diez más rentables de los últimos cinco años solo cuatro han conseguido cerrar cada ejercicio con números positivos, tres de ellos españoles. ¿Sus nombres? Global Allocation, Auriga Investors Allocation, Finlabo Inv Dynamic Equity R y Annualcycles Strategies.