
El 'rally' que han experimentado los mercados de renta variable asusta de cara a unos meses que históricamente han albergado sustos y mucha volatilidad, pero antes de cambiar una cartera hay que analizar si se es un inversor a corto o largo plazo y el perfil de riesgo que cada uno asume.
Pocos bancos de inversión se podían imaginar a finales del año pasado, cuando ultimaban sus clásicos informes de previsiones para 2017, que el primer semestre de este año iba a ser tan positivo como finalmente ha sido, sobre todo para quien decidiera a finales de año seguir sus consejos e invertir en renta variable en general, y europea, en concreto. No en vano, en el primer semestre del año, y pese a los riesgos políticos a los que se enfrentaba Europa con las elecciones francesas como claras protagonistas, índices como el Eurostoxx o el Ibex 35 han subido un 6 y 13 por ciento, respectivamente, y el mismo tono positivo, últimamente más contenido se ha visto en Wall Street, con el Nasdaq repuntando un 21 y el S&P500 un 10 por ciento. Incluso, los mercados emergentes han conseguido sortear el, en principio, negativo impacto que puede tener la normalización monetaria de la Fed en sus economías, y se han subido al carro alcista. Sin embargo, estos rallys que tanto han celebrado los inversores empiezan a inquietar a algunas gestoras, que empiezan a calificar al mercado de "complaciente" y avanzan una posible corrección durante unos meses de verano que en los últimos años han albergado no pocos sustos -Brexit, crash de China, crisis de deuda europea...-. Toca entonces hacerse la gran pregunta: ¿Es momento de recoger beneficios y reducir el riesgo de las carteras? Fernando Luque, editor en España de Morningstar, da la clave para contestar a esta complicada cuestión: "Cambiar la cartera ya no solo en verano, sino de cara al segundo semestre del año, dependerá del perfil de riesgo y el horizonte del inversor".
Si se es un inversor agresivo o se tiene un horizonte de inversión de largo plazo no hay experto que no dude en decir que cuantos menores cambios haga el inversor, mejor. De hecho, según ha publicado J.P. Morgan AM, "si en los últimos 10 años un inversor se hubiera perdido las 10 mejores jornadas del MSCI Europe la rentabilidad habría caído a terrenos negativos perdiendo la inversión inicial". Por el contrario, quien invirtiera 10.000 euros entre 2001 y 2016 habría ganado un 3,4 por ciento anual. En esta línea se sitúa también el informe de Morningstar Mind the Gap 2016-Europe: The Effects of Behaviour on European Fund Investors' Returns, que muestra que un pobre market timing ha costado de media un 0,34 por ciento anual en los últimos cinco años a los inversores europeos. Además, hay que tener en cuenta que también para el segundo semestre las recomendaciones de la banca de inversión pasan por sobreponderar la renta variable en las carteras y que se mantiene la preferencia por la bolsa europea sobre la americana ya que, como explica Stefan Keuzkamp, director de inversiones de Deutsche AM, "los riesgos políticos se han desplazado de Europa a EEUU". A esto se unen las positivas perspectivas empresariales que se manejan para las empresas del Viejo Continente. Por ejemplo, desde Fidelity pronostican un crecimiento en los beneficios en Europa del 12,7 por ciento frente al 9,7 por ciento de EEUU. Además, según explica Raquel Blázquez, responsable de gestión de inversiones de banca privada de Ibercaja, el otro gran riesgo de mercado, el de que Mario Draghi suba tipos antes de lo esperado, tampoco ha variado, a pesar de que el mercado así lo interpretara tras el discurso de Sintra. "El mercado sobrerreaccionó. Dijo que el crecimiento era positivo pero sus medidas no se están trasladando a la inflación, ya que las materias primas están cayendo y no hay crecimiento de salarios".
Sin embargo, si uno es un inversor a corto plazo o un inversor moderado o conservador, la proximidad del verano sí puede ser un buen momento para reequilibrar el riesgo en las carteras y recoger beneficios. "Sí que estamos aumentando un poco la liquidez de la carteras, pero mantenemos una ligera sobreponderación a la renta variable", apunta Paulo Gonçalves, de Banca March.También recomiendan una cierta reducción de la exposición a renta variable desde Tressis. "Creemos que hay una tensa calma en el mercado y eso es algo que nos ocupa, no que nos preocupe. Aun así vamos a reducir ligeramente el riesgo de la cartera pasando de renta variable a fondos mixtos por las sorpresas que pudieran venir, no tanto de temas macro, sino por sentimiento de mercado", afirma Sonsoles Santamaría, directora general de Negocio de Tressis.
Qué hacer en renta fija y divisas
Al igual que sucede con la renta variable, las perspectivas que manejan los expertos para la renta fija de cara al segundo semestre tampoco han variado con respecto a principios de año. En resumen, recomiendan evitar la deuda gubernametal -desde J.P. Morgan AM prevén incluso que en 2018 toda la deuda que hoy cotiza con rendimientos negativos lo haga con positivos, lo que implica una caída de precios- y ser muy selectivos con la deuda corporativa, incorporando bonos flotantes que puedan salir beneficiados de un alza de los tipos de interés. En el mercado de divisas sí hay, sin embargo, novedades, ya que los que pronosticaban paridad euro/dólar a finales del año pasado, ven ahora el fin del reinado del dólar. Cambio de tendencia al que se ha sumado también Francisco Gª Paramés, que por primera vez en 20 años ha optado por cubrir su cartera ante una caída del dólar.
Haga lo que haga la liquidez rara vez será la mejor opción
La primera alternativa para reducir el riesgo en cartera es la liquidez. Sin embargo, desde Andbank consideran que "no es la óptima; supone un coste de oportunidad teniendo en cuenta el goteo a la baja en rentabilidad". Tampoco desde Fidelity defienden que esta sea una opción. Cifran que los tipos reales están en niveles del 2%, lo que implica que para preservar el patrimonio es vital buscar alternativas que den al menos eso. "El recurso de las imposiciones a plazo ya no está disponible para quien desee mantener su nivel de vida", afirma David Buckle.