Inversion a Fondo

"La rentabilidad por dividendo en Europa se mantendrá por encima del 4% dos años más"

Romain Boscher. Foto: Nacho Martín

La renta variable es el activo más atractivo en el entorno actual. Así lo defiende Romain Boscher, responsable global de Renta Variable en Amundi y miembro del Comité Ejecutivo de la gestora, que además muestra su preferencia por las acciones europeas y emergentes. Eso sí, el ejecutivo recomienda ajustar las rentabilidades al nuevo entorno: "El mundo de rentabilidades a doble dígito se ha terminado", vaticina.

Huir del sector financiero y buscar cobijo en aquellas compañías que se benefician de un envejecimiento de la población, algunas de las claves para Boscher de cara a los próximos meses.

¿Qué tiene más atractivo, Europa o EE UU?

Preferimos Europa a Estados Unidos. En Europa esperamos un crecimiento de beneficios de doble dígito para este año y el próximo. Es, probablemente, el último lugar del mundo donde los beneficios están todavía muy por debajo que antes de la crisis. Incluso en Japón, gracias a Abenomics y el soporte de su banco central, los beneficios han vuelto a niveles de 2007. El caso de Europa no es el mismo, pero en la mayoría de países volver a niveles de hace diez años es suficiente para justificar rentabilidades del 14 por ciento. Es verdad que Europa está afrontando riegos políticos, tenemos que admitir que la situación está lejos de ser la ideal, pero está reflejando en precio ya el peor de los escenarios. No estamos diciendo que no haya riesgo, sino que está descontado lo peor.

¿Qué país cree que lo hará mejor?

La mayor diferencia entre esta situación y la de hace un par de años es el sentimiento de mercado. Durante los últimos años, la mayoría de las veces la mejor opción era estar expuesto a calidad, a las grandes compañías?, mientras que durante los últimos meses la mayoría de las tendencias que han mitigado este escenario han sido resultado del stock picking más que de la exposición sectorial. Nos gustan este tipo de situaciones porque son más emocionantes para nosotros. En cualquier caso, hemos intentado no estar muy expuestos durante el último año a países que tengan riesgo de elecciones. Hemos huido de este tipo de situaciones.

Lo que parece que últimamente ha puesto de acuerdo a todo el mundo es el sector financiero... ¿Le gusta?

Era un buen sector en el que estar a finales del año pasado, pero no ahora. Bancos y materiales o energía van a ser los encargados de llevar el mercado a niveles más elevados, porque son los que van a contribuir por beneficios. Pero las valoraciones no están baratas, así que no tenemos una señal de compra para los bancos. No en vano, estamos cómodos con algunos nombres dentro del sector en Italia y España. No decimos que haya terminado la crisis, pero saben muy bien dónde están y cuáles son sus necesidades. La situación no está claro cristalino, pero la recuperación está avanzada.

¿Y en qué sectores ven ahora una oportunidad?

Preferimos el farmacéutico, la valoración es razonable, además tiene una buena rentabilidad por dividendo. Nos gustan los sectores que se van a beneficiar de un envejecimiento de la población en Europa y aquellos que van a hacerlo mejor con un fortalecimiento del dólar. Y en sentido opuesto, somos cautos con utilities porque consideramos que siguen enfrentándose a problemas.

Con la renta variable estadounidense en máximos..., ¿cree que todavía queda recorrido? ¿Está cara?

Están caras, pero es muy difícil justificar las valoraciones de la bolsa americana. El atractivo de este mercado es que los beneficios van a seguir mejorando a ritmos de un dígito, pero estables. Se justifica en la recompra de acciones más los dividendos. Eso sí, el mundo de rentabilidades a doble dígito se ha terminado. Tenemos que ser realistas cuando el mundo está alejándose de un mercado de tipos cero. En EEUU esperamos rendimientos del 3-5 por ciento y no está tan mal. Las perspectivas de rentabilidad para Europa y los países emergentes son mejores.

De estos últimos, ¿qué economías le resultan más atractivas?

Hay que hacer una diferencia entre los países que están afrontando problemas todavía como Sudáfrica o Turquía, y aquellos como Rusia, India, Filipinas o Tailandia, que son países donde hay un crecimiento subyacente y demanda interna. Donald Trump solo reforzó la vuelta a estos mercados, pero la tendencia ya se había iniciado antes. Para nosotros, la crisis en los mercados emergentes ha acabado. Combinan dos argumentos favorables: crecimiento y valoración. Claramente son atractivos por valoración, hay más de un 20 por ciento de descuento sobre el PER y el precio sobre el valor en libros, y también las perspectivas de crecimiento de los emergentes son mayores que las de los países desarrollados.

¿Cuándo va a ser el bono competencia de las bolsas?

Mientras los tipos de interés sigan moviéndose en niveles bajos, lo seguirá haciendo bien; en realidad, sigue habiendo margen de apreciación para la renta fija. Pero ahora, por primera vez, esperamos tipos de interés más altos, con mayores expectativas de inflación -aunque tampoco demasiadas, sino algo más positivas- y esto impactará en el mercado de deuda; las bolsas deberían hacerlo mejor que los bonos.

¿Por qué?

Tenemos dos argumentos favorables para la renta variable: por un lado, ofrecen una rentabilidad muy atractiva, sobre todo la bolsa europea y la emergente. Hay que tener en cuenta que la rentabilidad por dividendo en Europa se mantendrá en torno al 4 por ciento en los próximos dos años, algo muy superior a lo que se podría obtener con la renta fija. Y por otro, los crecimientos nominales han vuelto y esto es más favorable para las bolsas que para los bonos. Seguiremos manteniendo algo de exposición a renta fija, pero en duraciones cortas, tampoco esperamos un crash en el mercado de bonos.

¿Cuándo cree que Draghi conseguirá este objetivo de inflación en el 2 por ciento?

El Banco Central Europeo solo conseguirá su objetivo de inflación del 2 por ciento durante periodos temporales, pero de forma sostenida se mantendrá muy por debajo de ese nivel. Por eso estamos convencidos de que el tapering en Europa -retirada de los estímulos- está todavía muy lejos. Se mantendrán durante los próximos dos años.

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