Internacional

Roma aprovecha la tregua de Bruselas y emite un bono a 50 años

  • Frente a una oferta de 3.000 millones hubo una demanda de 17.000 millones

Italia ha aprovechado la inesperada tregua de los mercados financieros para dar una bocanada de aire fresco a su deuda. Tras haber evitado el procedimiento de infracción por deuda excesiva promovido por Bruselas con una serie de espejismos contables, Roma volvió a abrir la semana pasada las subastas de su bono del Tesoro a 50 años, lanzado en 2016.

La respuesta de los inversores fue entusiasta: frente a una oferta de 3.000 millones, hubo una demanda de 17.000 millones procedente sobre todo de inversores extranjeros (85%, en particular alemanes, un 35% y británicos, un 22%). Italia sigue pagando una prima de riesgo mayor que otras grandes economías europeas, incluida España, pero el Gobierno transalpino supo aprovechar el momento, tomando ventaja de la bajada hasta los 210 puntos básicos del diferencial que durante las semanas anteriores había vuelto a rozar los 300 puntos. El resultado fue un cupón del 2,8%, inferior al del bono a 30 años emitido hace seis meses con un rendimiento del 3,8 por ciento.

¿Es la señal que Italia ha vuelto a ser un país de fiar para los inversores?

¿Es la señal que Italia ha vuelto a ser un país de fiar para los inversores? Es demasiado pronto para decirlo. Es verdad que de momento la anunciada crisis de Gobierno aún no se ha materializado. Sin embargo, los dos socios que apoyan al Ejecutivo populista presidido por Giuseppe Conte –la Liga de Matteo Salvini y el Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Luigi Di Maio– no paran de pelear sobre la agenda de Gobierno. Las medidas más controvertidas son la concesión de mayor autonomía presupuestaria y administrativa a las regiones del Norte de Italia, bastión electoral de la Liga, y la aprobación de una nueva sanatoria fiscal aupada por Salvini y obstaculizada por Di Maio.

La rotunda victoria de la Liga en las recientes elecciones europeas (con un 34%) y los datos de las últimas encuestas que otorgan a Salvini casi el 38%, han cambiado los equilibrios en el Ejecutivo, mientras la popularidad M5E sigue cayendo (menos del 17% con respeto al 32% de las generales de 2018). El líder de la Liga tiene ahora la sartén por el mango y acaba de nombrar a una nueva ministra: Alessandra Locatelli será la titular de Familia, sustituyendo a su compañero de partido Lorenzo Fontana que se hace con la cartera de Asuntos Europeos, que dejó el economista Paolo Savona.

El reforzamiento de Salvini no es sin embargo una garantía para la estabilidad del Gobierno

El reforzamiento de Salvini no es sin embargo una garantía para la estabilidad del Gobierno italiano: el vicepresidente podría abrir en cualquier momento una crisis con tal de ir a elecciones anticipadas y capitalizar el éxito en las encuestas. El único freno son los escándalos que siguen salpicando a su partido. El portal estadounidense Buzzfeed asegura tener pruebas de un encuentro en el que Gianluca Savoini, asesor de Salvini, discute con varios ciudadanos rusos un acuerdo de financiación ilegal para la Liga. La revelación de Buzzfeed confirma las investigaciones del semanal italiano L'Espresso que publicó en febrero acusaciones similares.

Salvini desmiente haber recibido dinero de Rusia, pero la Fiscalía de Milán acaba de abrir una investigación. Además las relaciones entre la Liga de Salvini y el Gobierno de Vladimir Putin suponen un problema internacional para Italia, en un momento en el que Roma parece más aislada que nunca en Europa. A todo esto se añade la perspectiva de un nuevo pulso presupuestario con Bruselas en otoño. La Comisión Europea ha suspendido el procedimiento de infracción contra Italia, pero sigue pidiendo garantías sobre los Presupuestos para 2020. Salvini, al contrario, quiere aprobar una bajada de impuestos que costaría –dependiendo de su amplitud– entre 12.000 y 50.000 millones. Quizás es por esto que el Tesoro italiano se ha dado tanta prisa en abrir nuevas subastas de deuda, confiando en la sugerencia del poeta clásico romano Horacio, que en la capital italiana sigue siendo muy actual: "Carpe diem, quam minimum credula postero" (aprovecha el día, no confíes en el mañana).

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