Este martes, Estados Unidos celebra sus elecciones legislativas y para elegir gobernadores en la mayoría de estados. Pero las elecciones estadounidenses son famosas por incluir referéndums vinculantes en todo tipo de asuntos en los que los parlamentos estatales no han podido actuar durante la legislatura. Desde la legalización de la marihuana a la limitación del fracking, pasando por la prohibición de la esclavitud para presos, estos son algunos de los temas más curiosos y relevantes que se esconden bajo los grandes titulares del Congreso y el Senado.
Petróleo y energía
Pese a que el Gobierno de Donald Trump ha rebajado algunas de las reglas medioambientales aprobadas por Barack Obama y ha retirado a EEUU del Acuerdo de París contra el cambio climático, los estados tienen suficiente poder para regular el consumo energético y la contaminación.
Así, Nevada y Arizona, dos estados semidesérticos con mucho sol, votarán si aumentan los mínimos de energía renovable requeridos en el mix de producción de las compañías eléctricas, impulsando la construcción de paneles solares y turbinas eólicas. Colorado y Florida, por su parte, estudiarán imponer restricciones al fracking, el método de extracción de petróleo que ha disparado la producción del país. Y el estado de Washington (noroeste) podría imponer una "tasa de carbono" para castigar a las empresas que produzcan más gases de efecto invernadero.
Economía e impuestos
La lista de referéndums es también una muestra de las preocupaciones y propuestas económicas de ambos lados. Así, Arkansas y Misuri votarán un aumento del salario mínimo a 11 y 12 dólares la hora, respectivamente, frente a los 8,50 actuales.
Colorado decidirá si introduce tramos al impuesto sobre la renta -hasta ahora es una tasa plana igual para todos-, mientras que Carolina del Norte estudiará bajar el tramo más alto, reduciendo impuestos para los ingresos más altos. Florida y Oregón decidiran si requieren una mayoría cualificada de dos tercios del parlamento apara aumentar las tasas y Oregón y el estado de Washington estudiarán eliminar el impuesto a las bebidas azucaradas. Y Arizona se plantea eximir a los servicios de pagar el equivalente al IVA.
En el sector inmobiliario, California se planteará limitar el precio de los alquileres para frenar el aumento desporporcionado que han sufrido los precios en las últimas décadas, junto con el 'boom' de población de Los Ángeles o Silicon Valley. Y precisamente Los Ángeles, una de las ciudades más izquierdistas del país, decidirá si aprueba la creación de un banco público que compita contra los privados pero centrado en el bien social.
Reformas electorales
Hasta 10 estados van a votar sobre la aprobación de cambios en el sistema electoral. Entre los principales asuntos que decidirán en referéndum los votantes serán si los estados se encargarán de registrar a los votantes en un censo electoral por defecto en vez de que sean los ciudadanos los que soliciten el voto, pedir un documento de identidad a la hora de votar -normalmente no hace falta- o imponer restricciones a la financiación de las campañas.
Más importante es el plan en cuatro estados -Colorado, Michigan, Misuri y Utah- para quitar a los congresistas el poder de dibujar las circunscripciones al Congreso y al Parlamento estatal y encargárselo a comisiones apartidistas formadas por expertos y ciudadanos normales. En la mayoría del país, los parlamentarios de cada estado son los encargados de dibujar, cada 10 años, los mapas en los que se dividen las circunscripciones electorales. Y los partidos con mayorías absolutas tradicionalmente han aprovechado ese poder para formar circunscripciones que les favorezcan desproporcionadamente a ellos, haciendo que sus votos valgan mucho más y ayudándoles a obtener más diputados con menos votos que la oposición. Así, por ejemplo, en 2012, los republicanos obtuvieron una amplia mayoría absoluta en el Congreso pese a perder por un 2% de los votos.
Estos cambios podrían modificar de forma muy importante el mapa electoral a partir de 2020. Pero hay otro que puede ser más decisivo aún en las presidenciales: Florida, un estado en empate perpetuo, votará si devuelve el derecho al voto al 10% de su población -más de 1,6 millones de ciudadanos- con antecedentes penales, que actualmente pierden ese derecho de por vida. Dado que la población negra, tradicionalmente demócrata, sufre este castigo de forma desproporcionada -el doble de la media estatal-, el brusco aumento del padrón electoral puede desequilibrar el permanente empate entre ambos partidos en el estado sureño.
Sociedad y derechos
Después de California o Colorado, esta semana Michigan y Dakota del Norte serán los siguientes estados en decidir si legalizan la marihuana para su uso recreativo. Misuri y la muy religiosa Utah se limitarán a aprobar su uso médico.
Colorado votará si elimina de la Constitución estatal la cláusula que permite a un juez imponer la esclavitud como condena a cierta clase de delitos. Si se aprueba, las prisiones tendrían prohibido obligar a los internos a trabajar por debajo del salario mínimo como parte de su sentencia.
Alabama y Virginia Occidental, dos de los estados más conservadores, decidirán si prohíben el aborto
Alabama votará si permite que el Gobierno ponga estatuas con los 10 Mandamientos en edificios públicos. Este asunto tiene historia: hace años, el expresidente del Tribunal Supremo (TS) estatal Roy Moore fue cesado por orden del TS nacional por poner un monolito con las escrituras en la puerta del TS de Alabama, atentando contra la libertad religiosa, y negarse a quitarlo.
Mientras, Massachussets, uno de los estados más progresistas del país, decidirá si mantiene una ley que prohíbe la discriminación laboral y social por motivo de la identidad de género, para proteger a personas transgénero.
Y Alabama y Virginia Occidental, dos de los estados más conservadores, decidirán si prohíben el aborto. En teoría, esas prohibiciones no servirían de nada mientras una sentencia del TS mantenga ese derecho a nivel nacional. Pero una hipotética revisión de esa sentencia por parte de la nueva mayoría conservadora del TS permitiría que, en el futuro, esas prohibiciones sí entraran en vigor. Los planes políticos se cocinan a fuego lento.