Internacional

Temer acusa a los hermanos Batista de cometer el "crimen perfecto"

  • Los dueños del gigante cárnico se llenaron los bolsillos la víspera del soplo
  • El presidente de Brasil está acusado de recibir sobornos desde 2010
El presidente de Brasil, Michel Temer. Foto: Reuters

Los hermanos Batista, dueños de la compañía cárnica JBS, cometieron el "crimen perfecto", según denunció el presidente de Brasil, Michel Temer, una de las principales víctimas de la confesión realizada por los millonarios empresarios.

Mientras el escándalo de corrupción de Petrobras azotaba la clase política y empresarial brasileña, Wesley y Joesley Batista planificaron un golpe maestro: se anticiparon a un posible pedido de prisión, buscaron a las autoridades por cuenta propia y les entregaron una amplísima lista de políticos supuestamente corruptos. Durante meses, los hermanos Batista planificaron su confesión, recabaron pruebas y grabaron conversaciones comprometidas con políticos, entre ellos Michel Temer, a quien acusan de recibir sobornos desde 2010.

Tras duras negociaciones, los empresarios entregaron la llave de oro de la corrupción a la Fiscalía y, a cambio, obtuvieron el aval de las autoridades para refugiarse en Estados Unidos, sin denuncias ni mecanismos electrónicos de localización.

Conscientes del monumental impacto que su confesión tendría en los mercados, los dueños del gigante cárnico decidieron llenarse los bolsillos la víspera de que saltara el escándalo. Así, compraron dólares y vendieron una gran cantidad de acciones de la empresa, sabiendo el caos que se instalaría en el mercado cuando comenzara a circular el contenido de la grabación que salpica a Temer.

Y no se equivocaron. El jueves, un día después del vendaval, la bolsa debió de ser interrumpida durante media hora por primera vez desde 2008, el real se depreció más de un 8 por ciento y los títulos de JBS perdieron un 10 por ciento en esa jornada negra.

Acorralado por la confesión de JBS, Temer arremetió contra Joesley Batista en un mensaje dirigido a la nación y le acusó de "especular contra la moneda nacional" al comprar 1.000 millones de dólares y beneficiarse con el nuevo cambio apreciado.

Dicha operación está siendo indagada por la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM), el supervisor del mercado, que ha abierto un total de cinco investigaciones contra JBS, un empresa familiar que comenzó como una pequeña carnicería en un modesto municipio del interior de Brasil y acabó por convertirse en un imperio.

JBS salió al paso y afirmó el viernes en un comunicado al mercado que "los movimientos realizados en los últimos días están alineados a su política de gestión de riesgos y protección financiera".

Cambio de planes

Días antes de que saliera a la luz su confesión, JBS (fundada en 1953 y con presencia en más de 100 países) postergó su salida a bolsa en Estados Unidos hasta el segundo semestre de este año. Y es que, aunque su intención era debutar en la bolsa de Nueva York por medio de una ampliación de capital de una de sus subsidiarias, la compañía anda también implicada en un escándalo de carne adulterada en Brasil.

Joesley ha asegurado que llegó a pagar sobornos para conseguir préstamos del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), gracias a los cuales la compañía se convirtió en el mayor procesador de carne bovina del mundo.

Con la mayor parte de sus operaciones fuera de Brasil, la facturación de JBS pasó de rondar los 4.000 millones de reales (unos 1.250 millones de dólares) en el año 2006 hasta los 170.000 millones de reales (unos 53.125 millones de dólares) en 2016.

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