Los ministros de Pesca de los veintisiete países miembro de la Unión Europea (UE) han logrado un acuerdo sobre las posibilidades de pesca para la flota comunitaria en 2021, tanto para el Atlántico y el mar del Norte como para el mar Mediterráneo.
España consiguió reducir del 12,8% al 5% el recorte propuesto para la merluza sur, así como del 40% al 20% la del lenguado en las mismas aguas y moderar del 15% al 7,5% la reducción de la actividad para la flota de arrastre, planteada en el marco del plan de recuperación del Mediterráneo Occidental.
Las negociaciones han durado más de veintiuna horas, según han informado fuentes comunitarias a Europa Press. De esta forma, el Consejo de Pesca de 2020 se ha convertido en el más largo de los últimos años. Ha superado al del año pasado, cuando el acuerdo se alcanzó sobre las 6:30 horas de la mañana.
Este jueves el consenso entre los Veintisiete ha llegado poco después de las 8:00 horas. Los ministros iniciaron los debates a las 10:00 horas de ayer y, posteriormente, comenzó una larga jornada de reuniones entre las delegaciones nacionales y con la Comisión Europea.
"Un buen acuerdo para la flota española"
"Las negociaciones han sido largas y complicadas pero puedo calificar el acuerdo alcanzado como un buen acuerdo sobre las posibilidades de pesca para la flota española en el año 2021", ha asegurado en una rueda de prensa el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
A juicio del ministro, el pacto alcanzado por los Veintisiete es "satisfactorio" porque consigue un equilibrio que es "imperfecto" pero que combina la sostenibilidad de los recursos pesqueros con el mantenimiento de la rentabilidad económica de la flota comunitaria.
España llegaba a la cita con el objetivo de mantener la cuota merluza del Cantábrico y Golfo de Cádiz, un stock de especial interés para la flota española y para el que la Comisión Europea había planteado una disminución del 12,8%. Finalmente la reducción se ha quedado en un 5% y los pesqueros españoles podrán capturar 5.321 toneladas, un resultado que Planas ha tildado como "muy satisfactorio".
La delegación española también concentró sus esfuerzos en aliviar el recorte planteado para el lenguado de caladero nacional, que de un tijeretazo inicial del 42% pasa finalmente a una reducción del 20% y deja a los buques españoles 231 toneladas.
Las capturas de gallo en aguas ibéricas también descenderán en 2021, en este caso un 11% para dejar la cuota disponible para España en las 1.912 toneladas, así como las de rape también de caladero nacional (un 13% para un resultado final de 2.900 toneladas).
La única población que incrementa las capturas para el próximo año es el jurel del Golfo de Cádiz, que ve crecer su nivel máximo de capturas un 5% (hasta las 31.834 toneladas para embarcaciones con pabellón español).
La pesquería de cigala del Cantábrico seguirá cerrada otro año más (quinto año consecutivo) e incluso se reduce a 2,4 toneladas la pesca permitida para investigación científica. También caen las posibilidades de pesca de esta especie en el Golfo de Cádiz, un 15% hasta las 94 toneladas.
Debate por el Mediterráneo
Según ha explicado Planas, los debates sobre la reducción requerida a la pesca en el Mediterráneo Occidental han sido el principal punto que ha separado tantas horas a los miembros de la UE del acuerdo.
"La defensa de las posiciones y particularmente en el caso del Mediterráneo es lo que ha prolongado más la discusión", ha dicho.
Finalmente, España, Francia e Italia han conseguido que la disminución de los días actividad sea del 7,5%, la mitad de lo que había propuesto el Ejecutivo comunitario, lo que supone un "gran alivio" para el sector porque la idea inicial era "a todas luces insostenible".
El ministro ha explicado que con este cambio la flota española interesada podrá trabajar en total 9.176 días durante todo 2021 y cada embarcación podrá salir a faenar 17 días más que lo que habría podido de haberse aprobado la idea inicial de Bruselas.
Planas ha detallado que "la Comisión se resistía" a permitir que la reducción del esfuerzo pesquero fuese inferior al 10%, pero ha subrayado que sus argumentos "no eran suficientemente sólidos" ni desde el punto de vista científico ni desde el socioeconómico.
La pesca, el gran escollo para el acuerdo del Brexit
En esta ocasión, a las dificultades tradicionales que plantea el reparto de las cuotas de las aproximadamente 150 poblaciones se ha sumado el problema generado por el hecho de que la UE y Reino Unido no hayan cerrado aún un pacto sobre su relación comercial a partir del 1 de enero (día en el que se materializará el Brexit definitivamente).
Esto supone que 119 de esos stocks, cuya gestión es compartida entre la Unión y Reino Unido (y que incluyen la merluza, el rape o el gallo en aguas del norte), no pueden ser repartidos todavía.
Como solución temporal, la Comisión Europea ha planteado un periodo de tres meses para que la flota comunitaria pueda pescar especies como la merluza, gallo o rape en el Golfo de Vizcaya y en Gran Sol.
La pesca se ha perfilado como el principal obstáculo entre Londres y Bruselas. "A ratos parece que no lograremos resolver esta cuestión", admitió ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al informar en la Eurocámara de la situación de las negociaciones por el Brexit.
La alemana insistió en que la UE "no cuestiona la soberanía británica sobre sus propias aguas", pero pide "predictibilidad y estabilidad" para los pescadores comunitarios.
Ante el creciente riesgo de no llegar a un consenso con Reino Unido, el Consejo Europeo aprobó el martes sus planes de contingencia para la pesca. Estos serán ratificados por la Eurocámara esta misma semana, según informó ayer la institución.
Las medidas tienen como objetivo "hacer posible que los buques pesqueros de la UE y el Reino Unido sigan teniendo acceso a las aguas" disputadas a partir del 1 de enero y hasta final de 2021, si antes no se ha llegado a un acuerdo al respecto.