Internacional

El parlamento chino aprueba la controvertida ley de seguridad nacional de Hong Kong pese a las amenazas de EEUU

  • Criminaliza la sedición, la traición, el separatismo y la injerencia extranjera
  • El presidente de EEUU amenazó con sanciones a China si aprobaba la norma
  • Washington cree que la ciudad ya no puede considerarse autónoma de Pekín
El presidente de China, Xi Jinping, aplaudido a su llegada este jueves a la Asamblea Nacional Popular (ANP). Fotografía: Carlos Garcia Rawlins (Reuters).

La Asamblea Nacional Popular (ANP) china ha avalado este jueves la ley de seguridad nacional que Pekín quiere imponer a Hong Kong y que solo necesita el trámite de la aprobación de los principales líderes comunistas (Comité Permanente) para hacerse efectiva, a pesar de las dudas expresadas por opositores y activistas en la antigua colonia británica.

El texto ha recibido el apoyo de 2.878 de los diputados de todas partes de China que se han reunido estos días en Pekín para marcar la hoja de ruta, según informa el diario South China Morning Post. Solo ha habido un voto en contra y seis abstenciones, si bien la votación era poco más de un trámite en una asamblea que nunca antes ha tumbado propuestas de este tipo.

La nueva ley criminaliza la sedición, la traición, el separatismo y la injerencia extranjera y podría derivar, por primera vez, en la apertura de oficinas de agencias de seguridad chinas en Hong Kong. La reforma, introducida como anexo en la Ley Básica (considerada la Constitución hongkonesa) no requiere del visto bueno del Parlamento local.

Pekín interviene en el territorio después del año más convulso de su historia reciente, con una ola de protestas sin precedentes para reclamar un mayor aperturismo democrático. En los últimos días, a raíz de la polémica ley, las movilizaciones se han reactivado, ante el temor de que los cambios puedan derivar en mayor represión de la disidencia.

El miércoles, cientos de personas fueron detenidas en el marco de estas manifestaciones.

Nuevo foco de tensión con EEUU

La nueva normativa supone un nuevo foco de tensión entre Estados Unidos y China, cuyas relaciones ya se estaban viendo resentidas por la gestión de la pandemia del coronavirus.

El presidente norteamericano, Donald Trump, ya amenazó el martes con nuevas sanciones sobre el gigante asiático si este seguía adelante con la ley de seguridad nacional, aunque se negó a dar detalles.

Además, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, sentenció ayer miércoles que Hong Kong ya no podía considerarse autónomo con respecto a Pekín.

Todo ello hace aumentar las posibilidades de que el Congreso de EEUU retire "el estatus especial que convierte a la ciudad autónoma en el primer centro financiero de la región", como explican los analistas Link Securities.

Tal y como recuerda la agencia EFE, antes de la retrocesión de Hong Kong en 1997 de Reino Unido a China, EEUU aprobó una ley que establecía que el Gobierno estadounidense seguiría tratando ese territorio bajo las mismas condiciones aplicadas cuando era colonia británica.

Pero esta situación puede cambiar, ya que Washington puede optar por imponer aranceles a la ciudad semiautónoma tal y como hace con el resto de China.

Además, cabe destacar que hace menos de 24 horas que la Cámara Baja de EEUU ha aprobado un proyecto de ley para imponer sanciones a China por sus supuestos abusos al pueblo uigur y a otras minorías musulmanas.

Llamamiento a la comunidad internacional

El activista Joshua Wong, una de las figuras más representativas de las protestas que se están produciendo en Hong Kong, ha apelado este jueves en rueda de prensa a la movilización de la comunidad internacional, en el marco de la cual Estados Unidos está siendo el país más beligerante.

"Ahora es momento de levantarse y luchar"

Así, Wong confía en que más países "pongan sus ojos en Hong Kong", donde "ahora es momento de levantarse y luchar". Sobre las medidas que podrían adoptarse, ha sugerido que las sanciones serían un paso "trágico", pero necesario, informa la agencia DPA.

El Gobierno central chino, entretanto, se ha esforzado en estos últimos días por repetir que los temas relacionados con Hong Kong son una cuestión interna y que, por tanto, no tiene cabida ninguna injerencia extranjera, en clara alusión a los posicionamientos de Washington. También ha respaldado la reforma el Ejecutivo hongkonés, liderado por Carrie Lam.

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