Internacional

Los mayores de 65 abandonan a Trump en las encuestas en medio de la pandemia del coronavirus

  • Biden toma ventaja en todos los estados clave aupado por los mayores
Donald Trump. Foto: Reuters.

Aun quedan seis meses hasta las elecciones estadounidenses, y al ritmo que va todo, en medio año pueden pasar varios millones de giros de guion imprevistos. Pero todo indica a que la crisis del coronavirus seguirá rondando la política mundial hasta finales de año, y la gestión de la pandemia en EEUU está pasando factura a Donald Trump en las encuestas precisamente entre el grupo de edad que era su principal apoyo hasta ahora: los mayores de 65 años, el colectivo más vulnerable a la enfermedad.

La crisis estadounidense está siendo una de las peores en todo el mundo. El país ha superado ya hoy los 50.000 fallecidos, a un ritmo de unos 2.000 muertos por día, y la extraordinaria descoordinación entre el Gobierno federal y los distintos estados sobre cuándo confinar a la población y cuándo pasar a la desescalada están empeorando la situación. A eso hay que sumar los momentos alucinantes a los que nos acostumbra el propio Trump en sus ruedas de prensa. En apenas dos meses, ha asegurado que "los 15 casos que tenemos se convertirán en cero en pocas semanas" a principios de marzo; ha recomendado repetidamente una medicina, la hidroxicloroquina, que ha sido desaconsejada por la Agencia del Medicamento del país y que provocó la muerte a una persona; y ayer llegó a sugerir la inyección de "desinfectantes y luz ultravioleta" en los pulmones de los afectados. Todo ello mientras los nuevos parados se cuentan por decenas de millones.

La reacción del Gobierno Trump ante la crisis le ha pasado factura en las encuestas de aprobación: mientras que los gobernadores que reaccionaron pronto, cerraron sus estados, y han prometido no reabrirlos hasta controlar el brote han visto dispararse sus índices de aprobación en hasta 40 puntos porcentuales, Trump tuvo un tímido avance del 43% al 47% en los primeros días de la crisis que ya ha desaparecido por completo.

Pero lo más preocupante para su partido es que la mala gestión está hundiendo su intención de voto en el grupo clave que le llevó a la Casa Blanca: los mayores de 65 años. Un grupo tradicionalmente más conservador y mayoritariamente de etnia blanca entre los que Trump arrasó a Clinton en 2016. Sin embargo, las últimas encuestas publicadas esta semana pronostican un vuelco espectacular en ese grupo de edad, entre los que el demócrata Joe Biden ha pasado a liderar.

Las cifras son especialmente peligrosas en los estados clave. En Florida, a donde se ha mudado oficialmente Trump, Biden ha aumentado en 27 puntos su intención de voto entre los jubilados frente a los resultados de Clinton en 2016. Unos datos que le asegurarían la victoria en este estado decisivo de mantenerse hasta noviembre. Lo mismo se repite en los estados del 'cinturón del óxido' que certificaron la victoria electoral de Trump por unos 80.000 votos en total: las encuestas pronostican ahora un vuelco hacia Biden, que ganaría en los tres territorios clave -Pensilvania, Michigan y Wisconsin- por entre 5 y 8 puntos de margen, impulsado por los votantes más mayores.

Errores no forzados

El mayor problema para Trump es que Biden está consiguiendo esos números solo a base de aprovechar los errores no forzados del presidente, y sin tener apenas que hacer campaña. Y con los famosos mítines que levantaron al magnate de la construcción cancelados sine die y la prensa ocupada permanentemente en un solo tema, Trump tampoco puede utilizar su potente altavoz para cambiar la conversación nacional. Por último, Biden es un político más popular que él y de lo que era Clinton hace cuatro años. Los republicanos lo saben e iban a lanzar una salva de ataques en televisión contra él, pero el presidente se ha visto forzado a cancelar su campaña de anuncios negativos debido a la crisis del virus.

Desde hace años, las encuestas pronosticaban que un "demócrata genérico" podría vencer a Trump. La crisis del coronavirus puede ser un triple golpe contra el magnate y su partido: la crisis consume todos los minutos de atención, su gestión está dañando su imagen entre el grupo más vulnerable, del que depende su victoria, y Biden puede escabullirse a sus ataques y llegar a las urnas simplemente como "el candidato que no es Trump". Su supervivencia depende de que pueda controlar la crisis cuanto antes.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky