
Giro radical en el mercado de apuestas para las elecciones presidenciales de EEUU. En apenas un mes, el favorito demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, ha pasado de tener un 5% de opciones de ganar a situarse en cabeza por primera vez en todo el ciclo electoral, desplazando a Donald Trump de la cabeza en la que se había mantenido hasta ahora. Con las primarias demócratas a punto de resolverse a favor del que fuera número dos de Barack Obama, Trump se enfrenta a un problema: Biden es probablemente el rival más duro al que se podía enfrentar.
Según los datos de la estadounidense PredictIt, Biden se sitúa en el 49% frente al 45% de Trump. Por su parte, en Betfair, la victoria de Biden tiene un 45% de probabilidad, mientras que la de Trump se sitúa en el 44%. Y no es precisamente porque una pequeña cantidad de gente esté manipulando el resultado ante la falta de interés del resto. "En el mercado de apuestas a quién será el próximo presidente se ha invertido ya 22 millones de euros, que es cuatro veces la cantidad que se apostó en las anteriores Elecciones a estas altura", explicó la compañía.
La remontada de Biden ha sido histórica, y la contundencia de su más que probable victoria ha dañado a Trump. Hasta hace poco, la fortaleza del senador izquierdista Bernie Sanders jugaba a favor del actual presidente, ya que muchos de los analistas calculaban que sería un rival más fácil de enfrentar. De hecho, el propio Trump le apoyó en múltiples mensajes de twitter, y muchos cargos republicanos decían estar ilusionados ante la posibilidad de tenerle como rival.
Por contra, Biden tiene unos niveles de apoyo y credibilidad personales superiores a los que tiene Trump y mucho mejores de los que tenía la excandidata Hillary Clinton a estas alturas hace cuatro años. La media de las encuestas apunta a una victoria nacional de Biden por unos 6 puntos, el doble de la ventaja final de Clinton, y suficiente para triunfar en varios estados clave que llevaron a la Casa Blanca a Trump, como Arizona, Michigan o Carlina del Norte, en los que actualmente lidera Biden.
Obviamente es muy temprano y aún quedarán muchos giros de guion a lo largo de las elecciones. Pero todas las señales indican que, aunque Trump tiene muchas posibilidades de ser reelegido, ya no es el favorito ni de los expertos ni de los apostadores. La carrera electoral será para él un poco más difícil de lo que parecía.