Internacional

Las protestas se agravan en Latinoamérica ante unos Gobiernos sin hoja de ruta

  • El descontento social amenaza el desempeño económico de la región
Protestas en Colombia. Foto: Reuters.

Lejos de calmarse los ánimos, las protestas sociales continúan en Latinoamérica y no hay signos que hagan pensar que van a detenerse. El aumento de la desigualdad, el crecimiento de la pobreza o el deterioro de los sueldos, las pensiones y la calidad de vida son denominadores comunes en todas las proclamas sociales. Desde Chile a Ecuador, pasando por Bolivia y ahora Colombia, las manifestaciones masivas, caceroladas, protestas violentas, disturbios y vandalismo inundan las calles y ponen contra las cuerdas a los Gobiernos latinoamericanos, que se han visto obligados a "despertar".

El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Teodoro Ribera, señaló ante la Organización de Estados Americanos (OEA), que "lo acontecido en Chile es una advertencia para toda la región". En una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la organización, Ribera enumeró algunos de los progresos del país durante las últimas décadas, como la reducción "a una quinta parte" del porcentaje de la población en pobreza entre 1990 y 2017 o multiplicar "por ocho" su Producto Interior Bruto (PIB). Sin embargo, el canciller dejó claro que "la lección de Chile es que el crecimiento económico es fundamental para mejorar la cancha, pero no garantiza la paz social". "No todo se logra con crecimiento económico" sentenció.

De este modo, si el descontento social lo aderezas con los poco alentadores datos económicos que se proyectan para la región, tenemos un caldo de cultivo importante que puede desencadenar un efecto contagio en el resto de países. La OCDE redujo drásticamente sus previsiones de crecimiento para Brasil y México -los motores de la región- al 0,8% y 0,2%, respectivamente.

México ya está en recesión técnica y el Banco de México recortó drásticamente sus previsiones para 2019

Y los datos oficiales publicados esta semana confirman que México ya está en recesión técnica tras encadenar tres trimestre consecutivos de crecimiento negativo. Asimismo, el Banco de México también ha reducido sus previsiones de crecimiento para el país a un rango entre el 0,2% y el -0,2% para 2019.

Ante este hecho, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se apresuró a anunciar un Plan Nacional de Infraestructura para "dar un empujoncito" a la economía y lanzar un mensaje de confianza a los inversores. La iniciativa privada, con el empresario mexicano Carlos Slim a la cabeza, invertirá un total de 40.000 millones de dólares en el desarrollo de 147 proyectos de infraestructura. Si en el país presidido por Sebastián Piñera, que en 2018 creció un 4%, las protestas duran ya más de un mes, ¿qué podría suceder si se produce un estallido social en un país como México donde la inseguridad y la corrupción van de la mano?

El "despertar" de Colombia

El deterioro de los sueldos y las pensiones, el incumplimiento de las promesas a los estudiantes, la constante ola de violencia y el rechazo a la modificación del acuerdo de paz con las Farc de 2016 llevaron a miles de colombianos a salir a las calles el pasado jueves. Una semana después, las protestas continúan en el país, que el miércoles vivió una nueva jornada de huelga general y está previsto otro paro para el próximo miércoles, al que se sumarán colectivos indígenas.

El estallido está muy lejos de calmarse porque no hay un entendimiento con el Gobierno de Iván Duque. El Comité Nacional de Paro exige al Ejecutivo 13 medidas, entre las que destacan: la implantación de un salario mínimo digno y la abstención de realizar cualquier reforma laboral -el mercado laboral colombiano cuenta con una tasa del 50% de informalidad-. También rechaza la aprobación de la reforma tributaria, cuya discusión comenzará en breve en el Congreso. Esta reforma contempla la devolución del IVA para los más pobres y la reducción en el porcentaje de aportes que hacen a sanidad los pensionistas de salario mínimo.

El Comité exige además que no se realice la necesaria reforma de las pensiones. En Colombia, solo una de cada cuatro personas mayores de 65 años se jubila. Además, según datos de Cepal, solo el 24% de los colombianos jubilados reciben una mensualidad de, al menos, un salario mínimo, y entre esta proporción, apenas un 5% son mujeres. También pide que se tramite "de inmediato" una ley anticorrupción, se derogue el impuesto relacionado con Eletricaribe, se definan políticas ambientales y se depure la Policía Nacional. Ante este pliego de peticiones, Iván Duque se encuentra en una encrucijada y con una hoja de ruta todavía por definir.

El desplome del peso agrava la crisis en Chile

La divisa marcó esta semana su mínimo histórico al alcanzar los 826,36 pesos por dólar y provocó la mayor intervención del Banco Central de Chile en el mercado cambiario en dos décadas al inyectar 20.000 millones de dólares. De este modo, se agrava una crisis que encadena ya seis semanas en activo y que tiene un futuro incierto.

La violencia va en aumento, unida a los constantes actos de vandalismo y con un cuerpo de carabineros altamente cuestionado por la contundencia mostrada en sus actuaciones. Las protestas suman ya al menos 23 muertos, siete de ellos presuntamente a manos de agentes del Estado o bajo custodia policial, según la Fiscalía, y miles de heridos.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky