
A falta de dos semanas para las elecciones generales de Reino Unido, una cifra ha sorprendido a los analistas políticos: casi 3,2 millones de nuevos votantes se han registrado en el censo electoral para participar en estos comicios, dos tercios de los cuales son menores de 34 años. En un país en el que hace falta rellenar una solicitud para obtener el derecho al sufragio, el fuerte crecimiento del interés entre los jóvenes -desproporcionadamente proeuropeos y laboristas- puede sacudir la recta final de la larga campaña electoral.
Según los datos de la Socidad por la Reforma Electoral (SRE), el número de nuevos registros es un 50% superior al de 2017, cuando se apuntaron 2,1 millones de personas. Y eso a falta de los datos de este martes, la fecha límite para solicitar el derecho para estas elecciones, cuando suelen marcarse los mayores registros de solicitudes de la gente que lo deja para el último día. Por comparar, los 3,2 millones que se han apuntado este mes supondrían un 10% de la participación total en 2017.
Aun así, la SRE matizó que algo más de un tercio de los registros antes de cada votación suelen ser duplicados de gente ya apuntada que se ha olvidado y quiere asegurarse de que puede votar. Pero, de todas formas, las cifras son tan altas que eso supondría 1.340.000 nuevos votantes menores de 34 años.
Y, teniendo en cuenta que las encuestas más recientes calculan que solo un 23% de ese grupo de edad vota a los conservadores, un aumento de la participación joven puede dar un vuelco a muchas circunscripciones que se prevén muy competidas. De hecho, estos nuevos votantes habrían bastado para reducir a la nada la ventaja en sufragios a nivel nacional de Theresa May sobre el laborista Jeremy Corbyn en 2017.
Sabiéndolo, la campaña laborista está haciendo todo lo posible para activar a este grupo. El grupo de activistas Momentum ("impulso", en inglés) está centrado en hacer vídeos virales para captar la atención en redes y sus miembros, en gran parte también jóvenes, están haciendo campaña en universidades para asegurarse que los estudiantes voten pese a que los comicios caigan en el primer día de vacaciones.
La clave es que si May no logró una mayoría absoluta hace dos años fue, quizá por delante de otras causas, por el enorme aumento en la participación de los jóvenes: los menores de 35 años aumentaron en 10 puntos su afluencia a las urnas frente a las generales de 2015, en las que los 'tories' sí obtuvieron mayoría. La oleada de nuevas solicitudes de voto indica que el interés en esos grupos de edad no ha decrecido, e incluso podría aumentar aún más.
Todo esto importa, después de que los sondeos detecten un crecimiento del Partido Laborista en los últimos días. La ventaja de Boris Johnson se ha reducido entre 3 y 7 puntos en los últimos sondeos a nivel nacional, y se sitúa en entre 7 y 11 puntos, en el límite entre una mayoría absoluta clara u otro bloqueo parlamentario. Y en la mente de todos está la remontada de 2017, cuando Corbyn redujo la ventaja de May de los 20 puntos en los que comenzó la campaña a apenas 2 en solo un mes. La movilización joven no ayudará a calmar los nervios del primer ministro en una sociedad muy dividida según los grupos de edad.