A la tercera tampoco fue la vencida. El Parlamento británico volvió a rechazar el intento del primer ministro británico, Boris Johnson, de convocar elecciones anticipadas. La clave fue de nuevo la abstención de los laboristas, cuyos votos eran necesarios para conseguir la mayoría de dos tercios requerida para disolver las cámaras antes de tiempo. La mirada está puesta ahora en el próximo plan para ir a comicios, mediante una propuesta de la oposición minoritaria para ir a las urnas "bajo nuestras condiciones" que se votará este martes.
Tras fracasar por tercera vez en conseguir un adelanto electoral, Johnson acusó al Parlamento de "mantener secuestrado al país" y pidió "acabar con esta parálisis e incertidumbre", para lo que presentaría un breve proyecto de ley que enmiende la Ley de Parlamentos de Duración Fija para permitir la celebración de elecciones este año por mayoría simple, como habían propuesto liberales y nacionalistas escoceses.
Debate de precampaña
Durante el debate, el 'premier' pidió ir a las urnas para "poder resolver el Brexit", con la condición de que los diputados debatan la ley del Brexit antes de la disolución del Parlamento, de forma que "el Brexit esté resuelto antes de que se celebren las elecciones".
En un intento de cuadrar el círculo, el primer ministro denunció que los diputados "obligaron a la gente a permanecer atados a la UE en contra de su voluntad", aprobando la llamada 'Ley Benn' que forzó al Gobierno a pedir la nueva prórroga del Brexit hasta el 31 de enero, aceptada este lunes por Bruselas. Y, a su vez, dijo que solo les permitiría debatir la ley para implementar el acuerdo del Brexit con la UE si primero aceptaban ir a elecciones. Y presentó el que será su lema de campaña: "Defender la democracia y el voto de los 17,4 millones" que apoyaron salir del club europeo en 2016.
El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, se burló de la incongruencia de Johnson, que "nos permitirá aprobar su acuerdo solo si antes aprobamos las elecciones que él quiere". Corbyn atacó los 100 millones de libras que el Gobierno se gastó en la campaña de publicidad "Prepárense para el Brexit el 31 de octubre". "¿Cuántos enfermeros se podrían haber contratado con ese dinero?", preguntó. "Tenemos un primer ministro dispuesto a decir y prometer cualquier cosa", dijo, señalando que "no ha muerto en una cuneta, como prometió".
Tras dar lo que en la práctica era también un mitin de campaña, atacando todas las políticas de Johnson, Corbyn anunció que tumbaría la moción de hoy. "No nos fiamos de que el primer ministro cumpla su promesa de celebrar las elecciones el día que dice", dijo, aunque estaría dispuesto a "estudiar cualquier propuesta que fije permanentemente la fecha de la convocatoria", en relación a la propuesta de los liberales y los nacionalistas escoceses.
Los líderes parlamentarios de ambos partidos, Jo Swinson e Ian Blackford respectivamente, pidieron a los laboristas apoyar su plan: "Convoquemos elecciones bajo nuestras condiciones". Así, podrían fijar la fecha antes de que terminara el curso universitario, el 11 de diciembre, para asegurarse los votos claves de los estudiantes, o intentar aumentar el padrón electoral con jóvenes de 16 y 17 años o ciudadanos europeos establecidos en el país.
Corbyn anunció que estudiaría el proyecto, pero todo indica que la oposición apoyará, finalmente, la convocatoria de elecciones este martes. Durante el fin de semana, crecieron las apelaciones de los partidarios de un segundo referéndum a "aprovechar la última oportunidad" y usar las elecciones como un plebiscito de facto sobre la permanencia en la UE. Aunque es imposible hacer una predicción con más de 24 horas de antelación en la política británica, todo indica que las urnas pronto saldrán de los almacenes.