Infraestructuras y Servicios

La nueva empresa de Rodalies nacerá con mayoría de Renfe para apaciguar a los trabajadores

  • ERC renuncia a cambiar en dos años el reparto accionarial en favor de la Generalitat
  • El Govern detalla la estructura de la operadora mixta que asumirá el traspaso del servicio en 2026
Un tren de Rodalies. EE
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Avances en el traspaso de Rodalies. Tras meses de intenso trabajo, el Govern ha presentado esta mañana la estructura definitiva de la nueva empresa mixta de Rodalies que asumirá el servicio ferroviario a partir del 1 de enero de 2026. Esta sociedad, llamada Rodalies de Catalunya SME SA, se constituirá dentro del perímetro del Grupo Renfe. Así, la mercantil tendrá una participación del 50,1% de Renfe Viajeros y del 49,9% de la Generalitat. La presentación ha contado con la presencia de miembros de ERC, Renfe y el Gobierno, aunque no de los sindicatos de maquinistas.

Este reparto accionarial satisface el pacto con los trabajadores, que el pasado marzo no fueron a la huelga tras imponer esta condición. Aunque los estatutos de la nueva empresa recogerán la posibilidad de que la Generalitat inste una transmisión de acciones entre socios, cualquier alteración de la distribución inicial del capital implicará a la representación legal de los trabajadores. De esta forma, se intentará preservar la paz social, después de que ayer el sindicato SEMAF, mayoritario en el comité, amagara con nuevas movilizaciones.

Este esquema choca con las aspiraciones de ERC. Esta mañana, el republicano Lluís Salvadó ha preferido ensalzar la gobernanza compartida de la mercantil antes que reparar en su inclusión en el seno de Renfe. Los independentistas habían planteado un plazo de dos años para conseguir una mayoría accionarial de la Generalitat. Este objetivo se ha abandonado.

ERC: "No es una filial"

"Hemos buscado un equilibrio entre el pacto político y el acuerdo sindical", ha expresado Salvadó. También ha dicho que la composición accionarial, que ha definido como "instrumental", tendrá ventajas en "una primera fase de duración indeterminada" para conseguir las licencias y permisos de la nueva operadora y garantizar la paz social.

Tanto ERC como el Govern han rehusado definir la nueva sociedad como una "filial" de Renfe, pese a que la empresa estatal tendrá más del 50% del capital.

"Si alguien quiere echar agua al vino, se equivocará. El día de hoy será señalado con inicio de un cambio para la movilidad pública catalana. Este acuerdo refuerza la gobernanza propia desde la proximidad y garantiza la calidad del servicio que se presta en Cataluña en el ámbito de Rodalies", ha declarado Sílvia Paneque, consejera de Territorio, en una rueda de prensa celebrada junto al secretario de Estado de Transporte, José Antonio Santano.

Tanto la consellera como el número dos del ministerio han señalado que no contemplan "ningún cambio de Gobierno en el corto ni en el medio plazo" que pueda boicotear la transferencia del servicio.

Próximos pasos

Los detalles presentados hoy por la Generalitat siguen las líneas marcadas hace unos meses. Durante este tiempo, se ha puesto letra a la música de los acuerdos con ERC y los maquinistas, concretando cinco documentos técnicos: una memoria justificativa, un pacto de socios, unos estatutos sociales, un plan de actuación y una memoria económica.

A partir de ahora, se inicia un itinerario legal para hacer efectivo el traspaso el 1 de enero de 2026. Para ello, los próximos 25 y 26 de junio se aprobará la creación de la nueva sociedad en los consejos de Renfe Operadora y Renfe Viajeros, respectivamente.

En julio, llegará el informe preceptivo del Ministerio de Hacienda y, posteriormente, aprobación tanto en el Consejo de Ministros como en el Consell Executiu. En diciembre de 2025, la nueva sociedad, con domicilio social en Cataluña, se constituirá e inscribirá en el Registro Mercantil.

Este calendario discurrirá en paralelo a la transmisión de las infraestructuras férreas, propiedad de Adif. El Govern ya ha anunciado que la primera vía que cambiará de manos será la R1 o línea de la costa.

Composición del consejo

Tal como se informó, el consejo de administración contará con nueve miembros: cinco designados por la Generalitat, incluido su presidente con voto de calidad, y cuatro por Renfe. Uno de los cuatro consejeros de Renfe se cederá a los trabajadores.

La nueva empresa se constituirá con un capital social de dos millones de euros. Esta mercantil asumirá todos los contratos vinculados a la operativa ferroviaria. Además, subrogará los bienes muebles e inmuebles, derechos, obligaciones y relaciones jurídicas de cualquier naturaleza de las que sea titular Renfe. Evidentemente, la subrogación incluirá a todos los trabajadores de Renfe en Cataluña. No se trata de una transferencia menor. ERC ha cifrado este traspaso en 270 trenes, 1.600 trabajadores y 107 estaciones.

¿Quién tomará las decisiones?

Respecto a la toma de decisiones, los estatutos detallarán qué medidas se adoptarán por mayoría simple y cuáles por mayoría cualificada. En el documento se subrayará que la búsqueda de "consenso entre socios" será la regla general de funcionamiento. En caso de desacuerdos, se articulará un tribunal arbitral para dirimir malentendidos.

"Se trata de un modelo supertestado, que hemos visto varias veces en el mundo local donde la administración se suma a un socio tecnológico para llevar a cabo el servicio", ha destacado Sergio Bueno, director general adjunto a Presidencia, Estrategia y Relaciones Institucionales de Renfe.

Escuela de formación

El acuerdo también aborda el funcionamiento del centro de formación de Renfe en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), que no pertenece ni a Renfe Viajeros ni a Renfe Operadora. "En el pacto de socios se ha introducido una aportación de ERC para que se conforme un órgano de gobernanza en la escuela de formación de maquinistas de L'Hospitalet que permita reforzar los planes de formación y reforzar el sentimiento de pertenencia con la compañía nueva", ha explicado Bueno.

Uno de los objetivos es que se reduzca la "altísima movilidad" de los maquinistas destinados en Cataluña. Se intentará, por tanto, que los trabajadores "se sientan ampliamente comprometidos" con la nueva empresa mixta.

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