Infraestructuras y Servicios

Rodalies, al límite: gana 100 millones de viajeros en una década sin ampliar la red

  • El área metropolitana de Barcelona, la zona con mayor demanda, tiene las instalaciones más antiguas
Un tren de Rodalies. EFE
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La falta endémica de inversiones en Rodalies se ha convertido en el principal brete que afronta el Govern de Salvador Illa. Pese a la voluntad del ejecutivo autonómico de remediar esta situación, que día sí y día también provoca múltiples incidencias, los problemas de la infraestructura ferroviaria estriban no solo en la ausencia acumulada de reformas, sino en el gran aumento de la demanda registrado durante la última década que tensiona la red.

Según datos del propio Govern, entre 2014 y 2023 la demanda de transporte por tren en Cataluña pasó de 593,7 a 695 millones de viajes al año, lo que supone un aumento cercano al 20%. Tras el espejismo del Covid-19, que redujo notablemente el uso de las Cercanías autonómicas, en 2021, primer ejercicio sin restricciones totales, la demanda volvió a repuntar y siguió escalando hasta casi superar en 2022 los números de 2014.

El secreto de este rápido crecimiento se llama demografía. En 2023, Cataluña superó los ocho millones de habitantes, un millón más que en 2005. Este impulso se debió fundamentalmente al saldo migratorio positivo, puesto que de forma natural no se habría rebasado este umbral. Sin embargo, el incremento de la población, principal factor que alienta el mayor uso del tren, no se ha compensado con un dimensionamiento acompasado de la infraestructura para acoger a nuevos viajeros.

Prueba de ello es que en la última década apenas se han puesto en servicio nuevas líneas. Las que lo han hecho funcionan en Tarragona y Girona, áreas menos tensionadas que Barcelona aunque también hayan registrado más afluencia de pasajeros en la última década. Fuentes sindicales ponen de relieve que medidas técnicas como desdoblamientos de vías, bifurcaciones y saltos de carnero apenas se han puesto en práctica por parte de Renfe en Cataluña.

Baste un ejemplo: el desdoblamiento de la R3 entre Parets y la Garriga, que obligará a cortar las vías entre ambos municipios durante un periodo de 10 meses, hace 40 años que se reclama. En el caso de la Ciudad Condal, también hace mucho tiempo que los expertos reclaman abrir un tercer túnel para descongestionar los accesos por los túneles de plaza Cataluña y paseo de Gracia. Sin este tipo de actuaciones estructurales, será difícil dar un gran salto adelante en el servicio. Dicho de otra manera: para poner más trenes en circulación, hace falta agrandar la malla ferroviaria con nuevas vías que faciliten la operativa y permitan dar respuesta a las necesidades de la sociedad.

Máxime si se tienen en cuenta las proyecciones demográficas del Instituto Nacional de Estadística (INE). En los próximos 15 años, el organismo estima que la población catalana crecerá un 15,38%, lo que supone otros 1.233.466 habitantes. De esta forma, Cataluña pasaría de las 8.021.153 personas residentes actualmente a las 9.254.619 en 2039.

Trenes desfasados

Más allá del dimensionamiento de Rodalies a la demanda real, que ocurre en otros servicios como la sanidad y la educación, la red ferroviaria tiene otro problema: está desfasada. En el documento Pla Rodalies 2020-2030, se constata que la mayor antigüedad de la vía se concentra en los tramos alrededor de Barcelona hasta Vic, Manresa, Reus y el límite con Aragón, mientras que los tramos más nuevos son los de la variante de Vandellòs y el tramo entre Girona y Figueres. Pero se da la circunstancia de que el área metropolitana de Barcelona, con vías con una antigüedad superior a los 40 años, concentra los tramos con mayor circulación de convoyes.

En concreto, los recorridos entre L'Hospitalet de Llobregat y Barcelona Sants y entre Barcelona Sants y la bifurcación Vilanova tienen más de 2.800 circulaciones semanales —el Pla Rodalies tiene datos actualizados hasta 2020—. Como reconoce el documento, "la red de Rodalies de Cataluña presenta, con carácter general, un nivel de saturación media, que se incrementa en la red de Rodalies de Barcelona".

La tormenta perfecta se da cuando se observa no solo la antigüedad de los raíles, sino también de los trenes. De los 271 trenes con que cuenta Rodalies, un 16,2% tiene una edad igual o superior a los 25 años. En detalle, 18 trenes del modelo 448 tienen una antigüedad media de 30 años, mientras que 14 trenes del modelo 470 tienen una antigüedad media de 41 años.

Cuando la consejera de Territorio, Sílvia Paneque, compareció en el reciente pleno monográfico sobre el estado de Rodalies reveló que el 24% del material rodante en Cataluña estaba inoperativo. La consellera arguyó que las nuevas unidades de Alstom paliarán este déficit.

Por un lado, 72 vehículos se incorporarán al servicio de Rodalies a partir de 2026, a razón de tres o cuatro trenes cada mes. Tendrán una longitud de 100 metros y dispondrán de 250 asientos, con una capacidad total superior a las 900 personas.

Por otro lado, otros 38 trenes se usarán para los servicios regionales, aunque estos no se desplegarán hasta 2027. Tendrán una longitud de 100 metros y dispondrán de 256 asientos con enchufe y mesa, a diferencia de las prestaciones actuales. Además, serán vehículos más rápidos, con capacidad para alcanzar una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora.

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