
Los socios de una de las grandes constructoras valencianas que no logró sobrevivir a la burbuja del ladrillo, Cyes, han encontrado una segunda oportunidad para regresar con fuerza a la actividad de la obra pública tras la reciente quiebra de otra empresa valenciana de ese sector, Levantina Ingeniería y Construcción (LIC).
El grupo formado por la familia Almenar y parte de su antiguo equipo directivo, que mantenía su actividad fundamental a través de la firma de servicios Vareser, se ha adjudicado la unidad productiva de LIC, según han confirmado fuentes de su accionariado. Un proceso llevado a cabo dentro del concurso de acreedores que tramita un juzgado mercantil y en el que otros grupos como Lantania también mostraron interés.
Tras lograr el visto bueno del juez, una filial del grupo de Vareser ha asumido parte de los activos y del equipo de LIC, en concreto alrededor de 40 personas, además de los trabajos que aún mantenía vivos la empresa constructora a través de uniones temporales.
Como publicó elEconomista.es, la constructora de Alberic (Valencia) había paralizado obras en toda España ante su falta de liquidez y algunos de esos contratos habían sido resueltos por las administraciones adjudicatarias.
El lastre del caso de corrupción
Aunque la crisis financiera de LIC tuvo su origen en los problemas de pago acumulados en Panamá y Argelia, también se vio agudizada al salir a la luz pública su vinculación a la investigación judicial del caso Koldo y los supuestos amaños de contratos durante la etapa del valenciano José Luis Ábalos como ministro de Transportes.
El objetivo fundamental de los dueños de Vareser es volver a la actividad de la obra pública de cierto tamaño. Aunque a través de la propia Vareser ya participaba en algunas licitaciones, hasta ahora se trataba de obras de pequeñas dimensiones y presupuestos más limitados, en muchos casos reformas. Dentro de esos planes se incluye recuperar la propia marca Cyes (Construcciones y Estudios), que llegó a ser uno de los mayores contratistas valencianos, con una fuerte especialización en infraestructuras portuarias y marítimas.
Esa división, que había participado en muchas de las grandes ampliaciones del Puerto de Valencia y tenía en su cartera actuaciones en los principales puertos españoles y también con experiencia internacional, fue traspasada a Rover Grupo cuando la matriz suspendió pagos.
Entre los activos que la nueva Cyes ha asumido de LIC se encuentran precisamente las clasificaciones como contratista y el historial para poder licitar a obra pública, en un momento en que según apuntan los márgenes del sector en España han mejorado, aunque sin haberse disparado. En el caso de la Comunidad Valenciana, desde el sector se prevé una fuerte inversión pública de todas las administraciones para la reconstrucción de infraestructuras y edificios tras la DANA.
Las patas de negocio
Además de la actividad constructora de LIC, el nuevo grupo Cyes también cuenta con Vareser, su antigua filial de servicios y medioambiente que quedó al margen del concurso del antiguo grupo y que durante estos años ha ampliado su actividad de la limpieza y gestión de residuos a áreas como la eficiencia energética y el mantenimiento. La compañía factura cerca de 40 millones de euros y cuenta con contratos en varias comunidades autónomas.
El grupo también está presente en otra actividad muy vinculada a la construcción, las canteras de áridos, a través de la empresa Aristaria, con la que también se plantea nuevas compras.