Infraestructuras y Servicios

El Gobierno reforzará las medidas anti-inundación en el plan del Júcar

Acueducto provisional sobre el barranco de la Horteta. CHJ

Han pasado más de cuatro meses desde aquel fatídico 29 de octubre en el que un temporal de intensas lluvias provocado por una DANA arrasara varias localidades del Levante y el norte peninsular. En la Comunidad Valenciana, y más concretamente en los municipios ubicados en L'Horta Sud, la fuerza de la riada se llevó por delante todo lo que encontró a su paso, anegando garajes, locales, viviendas y calles enteras.

Las consecuencias económicas han sido devastadoras para la provincia y en la zona más afectada se sigue trabajando con intensidad para reparar los graves daños provocados por el agua, que también dejó consecuencias considerables en las infraestructuras hídricas y el dominio público hidráulico.

La magnitud de la catástrofe puso de manifiesto la urgente necesidad de acometer actuaciones que permitan reducir el riesgo de inundación y diseñar medidas para garantizar la seguridad de la población que habita en las zonas más expuestas a este tipo de fenómenos.

De hecho, ha forzado una exhaustiva revisión del Plan Hidrológico del Júcar para el periodo 2028-2034, que actualmente se encuentra en fase de redacción, y también de los mapas de riesgo y peligrosidad elaborados para la demarcación del Júcar con el objetivo de validar las obras previstas o incluir posibles modificaciones tanto en el Plan de Gestión del Riesgo de Inundaciones (PGRI) como en el Plan de Cuenca.

En concreto, el Gobierno asegura que prevé realizar varias actuaciones en la zona de los barrancos de Pozalet-Saleta y Carraixet, en las comarcas de la Ribera Alta y Baja, y en el tramo alto del Palmaret en Bétera. También ha comenzado a redactar el proyecto de construcción de la presa de Montesa, una obra valorada en más de 70 millones de euros, y afirma que ha exigido a la compañía titular de la presa de Vallat que realice una "revisión extraordinaria de seguridad".

En cuanto a la situación en el barranco del Poyo, los técnicos están analizando la mejor opción para minimizar el riesgo de inundación en periodos de bajo retorno y no descartan ejecutar obras en la zona denominada Pla de Quart como alternativa al proyecto de vía verde elaborado en 2023 para conectar con el nuevo cauce del Turia, que tuvo que ser modificado para llevar a cabo la adecuación ambiental entre el cruce con la A-7 y el barranco dels Cavalls. Asimismo, está terminando de redactar el proyecto de restauración fluvial y ampliación de las áreas de laminación en el barranco de Pozalet.

Mientras tanto, la Confederación Hidrográfica del Júcar continúa trabajando en las tareas de reconstrucción y acaba de aprobar una nueva partida de 87 millones de euros para reparar los destrozos producidos en el tramo bajo del río Turia, en la cuenca del río Magro y en los márgenes del barranco del Poyo desde cabecera hasta Picanya, así como en las provincias de Teruel y Castellón.

El organismo de cuenca también llevará a cabo otras dos obras de emergencia que permitirán reponer la toma desde el bombeo de la comunidad de regantes de Montserrat y realizar el seguimiento de la calidad de las aguas continentales para evaluar la afección causada por las avenidas de agua extraordinarias.

Daños en las infraestructuras hídricas

Los trabajos previstos darán comienzo en las próximas semanas y se suman a las tareas de mantenimiento y conservación de cauces que está llevando a cabo la confederación desde el pasado mes de noviembre y a las otras seis obras de emergencia que comenzaron a ejecutarse inmediatamente después del temporal. En total, la CHJ ha destinado cerca de 190 millones de euros a labores relacionadas con la reconstrucción.

Una de las actuaciones más necesarias para garantizar el suministro a la ciudad de Valencia es la que está desarrollando Global Omnium para hacer frente a los daños en el canal Júcar-Turia, una de las fuentes fundamentales que nutre al área metropolitana. Los destrozos provocados por la fuerza del agua obligaron en un primer momento a instalar un bombeo provisional capaz de asegurar la continuidad del abastecimiento mientras se acometían las obras para afianzar el servicio por gravedad mediante la ejecución de un by-pass provisional paralelo a los acueductos de la Horteta y el Poyo.

La firma perteneciente al grupo Aguas de Valencia también se ha encargado de reforzar el servicio del canal ubicado en el cruce del río Magro mediante la reparación y estabilización del acueducto y de aplicar un by-pass al río, que sufrió importantes desperfectos durante la riada. Por otro lado, la división de medio ambiente de la compañía ha sido designada para reparar y mantener operativa la estación depuradora de Quart-Benáger.

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