
Al ir un año por delante de sus objetivos estratégicos, Comsa ya tiene diseñado las líneas maestras de su nueva etapa. La empresa se fijó como misión alcanzar unas ventas de 1.000 millones para 2025, una cifra que alcanzará -o rozará, a la espera del cierre definitivo del ejercicio- ya en 2024. Por ello, la compañía tiene ya aprobado el nuevo plan estratégico para el periodo 2026-2030, centrado esta vez en mejorar la rentabilidad de sus operaciones una vez cumplidas todas las obligaciones con la banca y el problema de la deuda ya guardado en un cajón.
La organización invertirá en la selección de los proyectos a los que opta y el tratar de encontrarlos de forma precoz. Obras en las que no solo prime el precio ofertado sino el valor añadido. "Estabilidad por encima de un gran crecimiento", señalan. Con ello, Comsa espera pasar de una rentabilidad que ronda el 4% a alcanzar el 5%.
Así, la empresa catalana tratará de incrementar el volumen de operaciones en estos países en los que ya opera. Se vislumbran todavía oportunidades en sectores como el transporte, ya sea metro o alta velocidad. También pretende crecer en el negocio del agua, ya sea con desalinizadoras, sistemas de regadío o depósitos fluviales; un campo para el que hay prevista una importante inversión pública en España para los próximos años.
Comsa además pretende ganar contratos en el pujante campo de los centros de datos y también mejorar su presencia en el negocio para firmas industriales (trabaja ya para las grandes energéticas españolas) en países como México.
Mientras, no renuncia a la actividad de concesiones, aunque se trate de un campo en el que por ejemplo en España no surjan muchas oportunidades. Si las ven en países como Portugal y Colombia, donde ya importantes contratos en el ámbito de la movilidad a punto de disputarse.
La compañía mantendrá además una posición prudente en la gestión de la deuda, hoy inferior al ebitda pero que alcanzó los 1.000 millones de euros en 2016. Desde entonces se aplicó un plan de desinversiones obligado por las entidades que ya quedó en el pasado. Para la segunda mitad del plan estratégico Comsa sí podría volver a endeudarse, aunque no es algo que pretenda hacer en los primeros años del programa.
La empresa no renuncia, eso sí, a explorar nuevas desinversiones o dar entrada a socios si encuentra oportunidades, como puede ser en el de servicios.
Los resultados de Comsa
1.000 millones de euros es el objetivo de ventas que Comsa se fijó para 2025 y que ha anticipado un año. A la espera del cierre definitivo de un año, la empresa calculaba un incremento del 6% de la facturación frente a los 929 millones de euros de 2023, lo que dejaría la cifra alrededor de los 985 millones. También mejoró tanto el ebitda como el resultado neto frente a los 38,2 millones y los 5,5 millones de 2023, respectivamente.