
Las constructoras españolas se han lanzado a la carrera por entrar en los planes de colaboración público-privada que tiene en marcha el Gobierno de República Checa. La licitación más avanzada corresponde a la construcción y posterior explotación de la autopista D35 y el Ministerio de Transportes del país ya ha seleccionado a los cuatro consorcios que competirán por el proyecto, cuyo valor se aproxima a los 1.400 millones de euros. Tres de ellos están liderados por varias de las mayores constructoras españolas: ACS, Ferrovial, FCC y OHLA.
En concreto, Hochtief, la filial alemana de ACS, y OHLA han unido fuerzas en una alianza que tiene como socios a la gestora estadounidense Tikehau Star Infra, al fondo de origen luso TIIC y a la ingeniería francesa Egis.
Se da la circunstancia de que ACS y OHLA ya son socios de Tikehau Star Infra en el proyecto del tren ligero Purple Line de Maryland, en Estados Unidos. De igual modo, la constructora que preside Luis Amodio comparte con TIIC el contrato de concesión del parking del Hospital Niño Jesús, en Madrid.
OHLA, a través de OHLA ZS, y Hochtief tienen una destacada presencia en República Checa y, de hecho, ya han concurrido y ganado varias obras en el pasado en el país, donde ahora dan un paso más y se lanzan de la mano a por proyectos concesionales. Entre los últimos contratos adjudicados por ambas compañías, junto con la local Swietelsky, figura el del enlace norte de la carretera I20, en Ceské Budejovice. Este proyecto conectará la vía con la autopista D3 y ayudará a descongestionar el tráfico de la ciudad. El importe de esta contratación alcanza casi 95 millones de euros.
Por su parte, en la pugna por la D35, Ferrovial encabeza un consorcio en el que participa a través de su concesionaria de autopistas Cintra y de su constructora polaca Budimex, con la que ya ha irrumpido en República Checa con varias obras en los últimos meses. El grupo que preside Rafael del Pino se ha aliado con la austríaca Strabag Motorway, con una destacada presencia en el país y con la neerlandesa Invesis, controlada por el fondo de pensiones PGGM y la constructora BAM, ambas de Países Bajos, si bien el primero acaba de acordar adquirir el 50% que no controla para tomar así el 100% de la sociedad.
El tercer consorcio con acento español es el integrado por FCC, y el fondo galo Meridiam, a través de Meridiam Eastern Europe, y la local Metrostav. La compañía que controla el mexicano Carlos Slim igualmente tiene experiencia en República Checa, sobre todo en el negocio de agua, en el que cuenta con su filial SmVak.
Frente a las tres alianzas con presencia española aparece un cuarto consorcio capitaneado por la francesa Vinci, que concurre junto con los fondos británicos Abrdn European Sustainable Infrastructure y John Laing Europe, propiedad de la gestora estadounidense KKR. Al proceso de calificación por el proyecto de la D35 también había trasladado sus credenciales un consorcio liderado por la turca Limak, constructora que ejecuta las obras del nuevo Camp Nou, el estadio del F. C. Barcelona. Sin embargo, ha sido descartado por las autoridades checas.
Segunda concesión en República Checa
El proyecto de asociación público-privada para el diseño, construcción, financiación, operación y mantenimiento de la D35 contempla la ejecución de los dos tramos que restan para completar la infraestructura entre las localidades de Hradec Králové y Olomouc, al este de la capital Praga. En concreto, el contrato implicará los tramos entre Opatovec y Staré Mesto, de 16,6 kilómetros de longitud, y entre Staré Mesto y Mohelnice, de 18,2 kilómetros. Los trazados incluyen dos túneles, el de Detrichov, de 4 kilómetros, y el de Maletín, de 1,3 kilómetros.
Además, el proyecto contempla la explotación durante un plazo previsto de 30 años de los tramos entre Opatovec y Mohelnice y del que conecta Litomyšl y Opatovec, de 17 kilómetros.
El valor del proyecto en términos de gastos de capital (capex) asciende a 1.400 millones de euros, con unos costes estimados de 1.700 millones. El Ministerio de Transportes checo pretende adjudicar en 2025 el contrato para que las obras se inicien en 2026 y concluyan en 2029.
La D35 es una vía clave para conectar el este y el oeste de República Checa y, además, forma parte de la red TEN-T. Será la segunda concesión de autopistas en República Checa después de la D4, adjudicada en 2021 a Vinci y Meridiam. En aquel proceso mostraron su interés Hochtief, FCC, Acciona y OHLA.