A la espera de novedades sobre la entrada de un nuevo accionista mayoritario en el capital, Saba aborda la reestructuración de su deuda. La operación para renovar los vencimientos del pasivo alcanza los 700 millones de euros a través de tres instrumentos, principalmente con la gran banca española, pero también con el propietario del 99,5% de sus acciones, el holding inversor de La Caixa, Criteria.
Durante la celebración de la junta de accionistas, el consejero delegado de la empresa de aparcamientos, Josep Martínez Vila, señaló que están en los compases finales de las negociaciones con las entidades bancarias para aplazar sus pasivos. La organización opta por una refinanciación a corto plazo para entonces encarar ya conversaciones a largo plazo con el negocio al alza y una esperada bajada de tipos.
Así, el principal paquete de deuda son los 465 millones de euros que se arrastran con el pool bancario formado por Abanca, Banc Sabadell, Banco Santander, Bankinter, BBVA, BNP Paribas y Unicaja. La firma negocia renovaciones prácticamente anuales desde el estallido de la pandemia y en esta ocasión ultima el cierre de un aplazamiento hasta finales de 2025. Entonces sí sería el momento de fijar una nueva estructura a años vista.
Prácticamente las mismas entidades están en las conversaciones para renovar 85 millones de euros de Bamsa, la empresa de aparcamientos barcelonesa participada en un 60% por Saba y en un 40% por el Ayuntamiento. En este caso, la empresa busca un pacto a siete años vista.
Además, el grupo también prolongará la financiación que tiene firmada con CriteriaCaixa, que sirve para las necesidades a corto plazo, y que ronda los 150 millones de euros. Según Martínez Vila, el acuerdo está firmado en condiciones equiparables a las fijadas con el resto de bancos privadas.
A pesar de los movimientos financieros, el consejero delegado explicó a los accionistas que "de encontrar oportunidades" le gustaría estar más endeudado. Significaría que se obtienen nuevas concesiones, como el macrocontrato con Adif de 22.000 plazas de aparcamiento en toda España. El dirigente destacó que la deuda financiera neta era de 498 millones al cierre de 2023, 100 millones menos que los registros de 2019.
La junta no solo sirvió para dar a conocer las negociaciones con la banca. El capital –controlado al 99,5% por Criteria- aprobó las cuentas de la organización que, por primera vez, registró unos ingresos y un ebitda superiores a los anteriores a la pandemia. Las ventas fueron de 308 millones y el ebitda se situó en 143 millones, en ambos casos un 12% más que en 2022. Antes del coronavirus, la cifra de negocio era de 296 millones y el resultado bruto de explotación fue de 137 millones.
Sin embargo, el beneficio neto de Saba fue solo de 1 millón de euros. Martínez Vila lo justificó por los costes financieros de la deuda, que se comieron prácticamente todas las ganancias.
La venta de Saba sigue su curso
En la primera (y única) pregunta realizada en la junta, los minoritarios inquirieron a Salvador Alemany, histórico presidente de la sociedad, por el proceso de venta abierto por Criteria de su participación. "Criteria sigue en el proceso de búsqueda de socios, pero no hay novedades concretas", dijo el directivo en su discurso.
Alemany señaló que, en su opinión, que el brazo inversor de La Caixa piensa en quedarse en el capital "con cierta participación, no un 3% o un 5%". No obstante, rechazó dar más detalles sobre el perfil buscado. Martínez Vila posteriormente declinó comentar si la operación con la Interparking sigue en pie o se analizan nuevos acompañantes.