Barcelona
Limak asume que no puede lleva solo la construcción del nuevo Camp Nou. La compañía turca responsable de la reforma del estadio se apoyará en varias firmas locales y de su paíspara poder entregar la obra el próximo 2026. Por el momento va por buen camino -el Barça debe poder volver a jugar en el recinto en noviembre de 2024- y el derribo, en el que colaboraron la navarra Erri Berri y la catalana Hercal Diggers, terminó un mes antes de lo previsto. Solo se certificaron el 6% de los trabajo, por lo que queda todavía por ejecutar la mayor parte del contrato: levantar un nuevo campo, para el que ha contratado a las compañías especializadas en estructuras metálicas Horta-Coslada y Inbersa-Emobi. Serán los principales actores de un ecosistema en el que participarán una veintena de firmas especializadas en su sector.
El director general de Limak Construction, Haldun Firant, señala en una conversación con un grupo de medios españoles entre los que está elEconomista.es que se encargó a cuatro compañías, dos españolas y otras dos turcas, la edificación del esqueleto del nuevo campo azulgrana, al no ser posible trabajar con un solo proveedores con el tamaño de la obra. Serán estas las grandes subcontratas de la infraestructura catalana.
La gallega Horta-Coslada cuenta con cuatro plantas repartidas por España y ya participó en la construcción de estadios como el nuevo San Mamés, en Bilbao; el Estadio Metropolitano, en Madrid; o el RCDE Stadium, en Barcelona. Mientras, Inbersa-Emobi participó en la remodelación del recién inaugurado Santiago Bernabéu (Madrid) y de El Sadar, en Pamplona.
Celsa y Cementos Molins son dos de los grandes proveedores catalanes
Para los refuerzos, Limak también se valdrá del principal productor de acero de España, la catalana Celsa, que apoyará al póker de empresas turcoespañol que llevará el peso del esqueleto del Camp Nou. Otra firma que será parte del ensamblaje es la cotizada Dominion Global, especializada en estructuras y equipamientos tecnológicos en infraestructuras. Tras tener lista la estructura, aparecerá Barcia Nova, focalizada en la construcción de muros de bloque.
"La cimentación con la que se puede poner un pilar es muy rápida si se hace con acero y después hormigón", añade Firant, que quita hierro a las dificultades de erigir un estadio en tan poco tiempo. "Son siempre iguales, acero y revestimiento", sostiene el dirigente otomano. Más en un lugar cono la esplanada del Camp Nou, con espacio para trabajar con seis grúas en paralelo y capacidad para ensamblar los módulos ya producidos en origen. Parte del equipamiento y las grúas se alquilará a Gruisa.
La cimentación, de este modo, se encargará a la barcelonesa Rodio Kronsa y el homigón lo servirá Promsa, filial de Cementos Molins. Mientras, la madrileña Solurban, se encargará de la pavimentación y la impermeabilización del nuevo Spotify Camp Nou.
Erri Berri y Hercal Diggers pilotaron la demolición
El grupo de firmas se sumará a Erri Berri y Hercal Diggers, que ya participaron en la demolición del recinto. La eliminación de la anterior estructura se terminó incluso un mes antes de lo esperado, por lo que Limak percibió una bonificación de alrededor de un millón de euros. "Se pudo lograr gracias al conocimiento de nuestros socios locales", destaca Firant.
Especializada en excavaciones y el trabajo con áridos, servirá de apoyo Benjumea, que colabora en los trabajos y tiene como clientes a cotizadas como Acciona y Aena. Luego, a salmantina Viso Desamianta se encargará de retirar el amianto de la instalación. Todo será supervisado por Q-Safety, filial de Quirónsalud centrada en la prevención de riesgos en la construcción.
En consorcio con Vopi4
Y es que apoyarse en empresas españolas es parte de la estrategia de la constructora turca para ganar tiempo gracias al conocimiento de estas firmas de la regulación del país, más estricta que la otomana. También a la hora de contratar personal, a pesar de que en las próximas semanas comenzarán a llegar operarios procedentes tanto de Turquía, como de Rumanía y Bulgaria.
Además, Limak trabaja de la mano de la constructora catalana Vopi4, con la que concurrió a la licitación del Espai Barça.
También está asociada con la ingeniería madrileña Gesha, con 500 trabajadores y que ha participado en los aeropuertos de Madrid y Barcelona, y el grupo australiano Robert Bird, que fue partícipe de la construcción y remodelación de Wembley (Londres).