
Ya hay constructoras para el nuevo tramo de la L8 de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) que irá de Gràcia a plaza Espanya. El Govern recibió solamente una propuesta para realizar los trabajos y esta semana le dio su visto bueno. Así, a falta de hacerlo formalmente, aprobó la adjudicación a la alianza de empresas formada por Ferrovial, Sacyr, Copisa y Copcisa.
Las fuentes consultadas por elEconomista.es explican que el Departament de Territori ya comunicó a las compañías agraciadas que toda la documentación presentada era correcta. Lo que hubiera sido un trámite en otros procesos era relevante en este, pues la licitación se hizo en un contexto de alza de costes que provocó que muchas organizaciones declinaran presentarse por el ajustado margen que les reportaba.
La firma, eso sí, está a la espera de que se produzcan algunas formalidades, como es la presentación de los avales. No será un problema visto el historial de solvencia de las cuatro empresas adjudicatarias.
Sin embargo, la adjudicación del contrato tiene su miga. Con un valor de 320 millones de euros, la Generalitat optó por dividirlo en dos lotes: un paquete de 282,6 millones para el tramo entre el pozo para la tuneladora y Gràcia y otra parte de 37,3 millones para el tramo entre el pozo y Plaza Espanya.
La alianza de Ferrovial, Sacyr, Copisa y Copcisa se interesó solo por uno de los dos lotes del contrato
La alianza de Ferrovial, Sacyr, Copisa y Copcisa presentó solamente una oferta de 263 millones por el mayor de los lotes. El otro quedó desierto. Sin embargo, las bases de la licitación ya preveían que, si uno de los paquetes quedaba vacío, el adjudicatario vencedor se haría cargo de la totalidad de los trabajos a realizar.
La falta de éxito llegó motivada por un precio que dejaba escaso margen de maniobra, algo que ya ha sucedido en varios contratos públicos recientes, como ha denunciado la Cámara de Contratistas de Obras de Cataluña. De hecho, las empresas ya lograron reducir el riesgo de sobrecostes motivados por el perfil geológico a perforar frente a la propuesta inicial de la Generalitat.
No obstante, los cambios no fueron suficientes para abrir un proceso competitivo. Al menos evitó tener que dejar desierto el concurso y verse obligada a abrir una nueva licitación, algo que ha sucedido recientemente, por ejemplo, en algunas actuaciones del metro de Bilbao.
Las obras de la L8: hasta 2030
El nuevo tramo de la L8 debe servir para conectar las líneas del Llobregat y el Vallès de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), un proyecto que lleva años sobre la mesa de las instituciones catalanas. Según explicó la Generalitat, la vía -de unos 4 kilómetros- tendrá unos 70.000 pasajeros diarios, lo que significa 19,5 millones de viajes cada año. Los cálculos realizados tienen en cuenta tanto los viajeros metropolitanos como aquellos barceloneses que utilicen el tramo como si fuera el metro.
Las obras deberían empezar este mismo verano y finalizarán entre 2029 y 2030. Se erigirán nuevas estaciones en Hospital Clínic y Francesc Macià.
Más allá de los 320 millones de euros del túnel, quedan por licitar más de 100 millones de las estaciones y el resto de instalaciones asociadas. Por ello, el valor total de la obra ronda los 430 millones.