
Norges Bank, el fondo soberano de Noruega, votará como accionista de Ferrovial en contra del traslado de su sede social a Países Bajos en la junta general que se celebrará este jueves en Madrid y en la que se decidirá sobre los planes de futuro de la multinacional española.
El fondo, que cuenta con un 1,49% del capital, argumenta en su página web que votará en contra de este punto del orden del día de la junta tras evaluar la operación de fusión transfronteriza de Ferrovial con su filial neerlandesa, transacción que permitirá este cambio de sede social.
"Las fusiones, adquisiciones y otras transacciones corporativas deberían maximizar los rendimientos de los accionistas. Al evaluar las transacciones corporativas, también consideraremos si existe suficiente transparencia para tomar una decisión plenamente informada, si todos los accionistas reciben un trato equitativo y si existen conflictos de intereses innecesarios", justifica.
¿Qué supone este voto en contra? El fondo soberano de Noruega, cuyo Gobierno está liderado por el Partido Laborista, podría trastocar los planes de Ferrovial, siempre y cuando ejerza su 'derecho de separación'. Este derecho consiste en oponerse formalmente a la operación en el plazo de un mes desde la celebración de la junta. Si más del 2,56% de los accionistas lo ejerce, el cambio de sede no será efectivo, según lo determinó Ferrovial al anunciar la operación.
¿Qué harán el resto de accionistas? Pocas certezas hay al respecto. Leopoldo del Pino, hermano del presidente de Ferrovial y cuarto accionista del grupo con un 4,15% del capital, se inclinaría a votar en contra, aunque con toda probabilidad se mantendrá en el capital y no ejercerá su derecho de separación.
El resto, según las estimaciones de la propia compañía, vería con buenos ojos el traslado con el objetivo de potenciar el crecimiento del grupo y favorecer su cotización en EEUU. De hecho, el fondo The Children's Investment Master Fund (TCI) ha elevado al 7% su participación en Ferrovial después de que el grupo anunciara este cambio tras adquirir algo más de un 1% de la compañía valorado en cerca de 191 millones.
Ferrovial anunció por sorpresa a finales de febrero la operación, que ha generado un fuerte rechazo en el seno del Gobierno español. El secretario de Estado de Economía español, Gonzalo García Andrés, garantizó este lunes por carta al consejero delegado de Ferrovial, Ignacio Madridejos, que la compañía podrá cotizar en la Bolsa de Nueva York sin necesidad de trasladar su matriz a Países Bajos. Cuando faltan dos días para que los accionistas de Ferrovial voten el traslado, el Gobierno ha pedido a la compañía que informe de ello en la Junta General del próximo jueves.
El Ejecutivo continúa así presionando para que el presidente, Rafael del Pino, dé marcha atrás en su decisión. Varias asociaciones de accionistas minoritarios, la World Federation of Investors (WFI), la europea Better Finance y la española AEMEC, respaldan el traslado de Ferrovial a Países Bajos y resaltan la importancia de respetar la soberanía del accionista y la libertad de establecimiento en la Unión Europea (UE).
El fondo petrolero noruego, señala Efe, invierte en más de 9.000 compañías, renta fija y sector inmobiliario en setenta países. A 31 de diciembre pasado tenía un valor de mercado de 12,43 billones de coronas noruegas (1,09 billones de euros, 1,18 billones de dólares)