La remodelación del Aeropuerto de Palma de Mallorca tendrá en su nueva terminal acero procedente de las instalaciones actuales, ya que Celsa se encargará de reciclarlo y suministrárselo a Acciona, adjudicataria el año pasado del grueso de las obras por casi 220 millones de euros.
El importe del contrato de aprovisionamiento de acero no ha trascendido, pero será una materia prima de origen circular y de bajas emisiones, que Celsa transformará una vez reciba el material extraído de las obras de derribo.
La compañía de la familia Rubiralta suministrará 7.000 toneladas de acero corrugado producido con hornos alimentados con electricidad de origen renovable, que servirán para la remodelación y ampliación de la terminal y los módulos A y D del Aeropuerto de Son Sant Joan.
Concretamente, Acciona lo empleará en la construcción de elementos estructurales de hormigón armado en la reforma y ampliación de la nueva terminal.
Con este sistema, Acciona y Celsa calculan que se evitará la generación de más de 1.900 toneladas de emisiones de CO2 equivalentes respecto al uso de un producto convencional.
El Aeropuerto de Palma de Mallorca es el tercero con más tráfico de a red de Aena, por detrás de los de Madrid y Barcelona, y fue inaugurado hace 25 años, por lo que con estos trabajos prevé adecuarse a las necesidades del siglo XXI.
Acciona tiene larga experiencia en obras aeroportuarias, como la construcción del Edificio Terminal del Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid, de la nueva pista de aterrizaje del aeropuerto de Málaga y la nueva terminal del aeropuerto de Alicante.
En el extranjero también se ha encargado de proyectos como la pista de aterrizaje del nuevo aeropuerto internacional Western Sydney (Nancy Bird Walton), en Australia; la torre de control del nuevo aeropuerto de Lima (Perú), y la ampliación del Aeropuerto Fiumicino de Roma. Asimismo, la compañía presta servicios aeroportuarios y de handling.