
Una de las obras de mayor calado y que estaba pendiente desde la llegada del tren de alta velocidad a Valencia, la construcción de un canal de acceso subterráneo que además elimine el trazado de las vías actuales en el sur de la ciudad, se encuentra en la recta final para su adjudicación.
El grupo ACS es el mejor posicionado de las cinco ofertas presentadas para una actuación valorada en 453 millones de euros. La propuesta del grupo constructor, en una unión temporal a través de Dragados y Tecsa en la que también participa Rover Infraestructuras, ha sido la que ha obtenido una mejor puntuación técnica para hacerse con los trabajos, para los que se prevé una duración de 5 años.
Dragados y Rover se han situado por delante de la unión temporal de Acciona, Comsa, CHM y Bertolín con algo más de tres puntos. Aunque la oferta económica de esta segunda es ligeramente inferior, la diferencia no alcanza el millón de euros de rebaja, frente a los 366,4 millones de euros, sin IVA, de Dragados.
Al concurso también han concurrido Sacyr junto a Ferrovial y la valenciana Pavasal; además de OHL en una unión temporal con Aldesa, Sando y la castellonense Becsa, y una alianza de Copasa, Azvi, Vías y Torrescámara. Todas las empresas han afinado al máximo el importe económico de ese concurso, ya que las cinco se sitúan en una horquilla muy estrecha de entre 364,5 y 370 millones de euros.
Los trabajos supondrán la construcción de un nuevo túnel de cerca de 1.200 metros de longitud que una vez operativa permitirá soterrar las actuales vías férreas que permiten la entrada de los trenes en el centro Valencia desde la zona sur a la estación Joaquín Sorolla y la Estación del Norte, que concentra el tráfico de Cercanías, Regional y Media Distancia . Una actuación que además debe permitir liberar cerca de 600.000 metros cuadrados ocupados por la infraestructura ferroviaria, para crear un nuevo bulevar con zonas verdes y nuevos desarrollos inmobiliarios.
La licitación ha sido realizada por la ente público Adif alta Velocidad, aunque en su financiación también participan la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia, dentro del acuerdo suscrito hace dos décadas para el soterramiento de las vías y la creación de un gran espacio verde en el centro de la ciudad, bautizado como Parque Central. De esa forma, el Estado asume el 50% del presupuesto de esta infraestructura, mientras la Administración autonómica y la municipal aportarán un 25% cada una. El túnel también dará servicio a la futura estación central subterránea y a un túnel pasante que evite a los trenes que se dirigen al norte tener que rodear toda la ciudad.
Ampliación de la estación provisional
Dentro del contrato también se han incluido los trabajos para la ampliación de la actual estación de alta velocidad Joaquín Sorolla de Valencia y su aparcamiento. Una infraestructura provisional que se inauguró en 2010, pero que ante la ampliación de la oferta con la llegada de los nuevos competidores privados del AVE corre el riesgo de quedarse pequeña. Su sustituta definitiva, una gran estación subterránea también para Cercanías, sigue sin fecha.