
Sacyr ha completado el equipo de asesores que pilotará los procesos de desinversión del 49% de sus filiales de Servicios y de Agua.
Así, para el primero el grupo de infraestructuras ha fichado a Cuatrecasas como asesor legal y a KPMG como financiero, según indican fuentes jurídicas a 'elEconomista.es'. Acompañarán al Banco Santander y a Nomura, que han sido contratadas como entidades vendedoras. Mientras, para la venta de la división de Agua, la compañía que preside Manuel Manrique ha incorporado a Garrigues para la asesoría legal y a Deloitte para la financiera, uniéndose a Société Générale, el banco contratado para dirigir la transacción.
Sacyr selló hace dos semanas selló la elección de Santander y el banco japonés Nomura para liderar la venta de Servicios y del también francés Société Générale para la de Agua. Estas entidades se encargarán de elaborar los cuadernos de venta con el objetivo de lanzar ambos procesos al mercado durante el primer trimestre de 2023. Ahora añade los asesores legales y financieros con lo que la compañía da un paso más en su decisión de desinvertir en estas divisiones. Una medida con la que pretende acelerar el objetivo de quedarse sin deuda corporativa y obtener recursos adicionales para invertir en su crecimiento, con el foco en concesiones y agua.
Sacyr pretende cerrar las dos operaciones como tarde en el primer trimestre de 2024, aunque su plan discurre por hacerlo antes de que finalice el ejercicio 2023
Sacyr no se fija en obtener un importe concreto por estas desinversiones, pero en el mercado estiman que podría situarse en el entorno de los 500-550 millones de euros. El perfil de los socios que la empresa busca incorporar es el de fondos de pensiones y de infraestructuras y aseguradoras con vocación de largo plazo y de invertir en el crecimiento futuro de ambas áreas, declinando, a priori, la opción de grupos industriales. En la presentación de los resultados de los nueve primeros meses de 2022, Manrique, incidió en el elevado apetito que existe en el mercado por los activos de servicios y agua del grupo.
Sacyr pretende cerrar las dos operaciones como tarde en el primer trimestre de 2024, aunque su plan discurre por hacerlo antes de que finalice el ejercicio 2023. De este modo, la compañía aspira a anticipar sus objetivos de reducción de deuda corporativa. En el plan estratégico 2021-2025, anunciado en octubre del pasado año, el grupo se propuso rebajar su endeudamiento con recurso –con cargo a la matriz– desde los 836 millones de euros con los que cerró 2020 hasta situarlo por debajo de los 100 millones de euros en 2025. Para ello contaba con la generación de dividendos por parte de sus activos concesionales en el mundo –1.014 millones– y con la rotación habitual de activos no estratégicos –entre 150 y 200 millones–. Ahora, además de estas palancas, añade las desinversiones en servicios y agua, lo que le permitirá anticipar en alrededor de dos años la práctica eliminación de su deuda con recurso, que a 30 de septiembre pasado se limitó a 689 millones.