Industria

Polonia ha resuelto la dependencia de Europa a las armas de EEUU: Varsovia se las compra a Corea

Demostración del tanque K-2 Black Panther en 2022 / Bloomberg.

Polonia ha apostado por un rearme acelerado desde que comenzara la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Vladimir Putin. Desde 2021, El Gobierno de Varsovia ha duplicado el gasto militar y ahora mismo es el país de la OTAN que más invierte en defensa con respecto a su PIB, superando el 4%. Esta política armamentista se ha sostenido económicamente en dos pilares: el desarrollo de una industria nacional potente y la compra de armas a diferentes países.

Uno de los Estados que ha florecido como importante proveedor de Polonia es Corea del Sur. Varsovia ha encargado la producción de aviones, tanques y piezas de artillería a firmas como KAI, Hyundai, LIG Nex1 o Hanwha. El país eslavo quiere cortar lazos con el tradicional vendedor de Europa, Estados Unidos, y buscar otras fuentes para garantizar su autonomía. Seúl se ha convertido en un mercado más del que comprar y una forma de adquirir armamento similar a los estándares de la OTAN, pero sin pasar por Washington.

Huevos en diferentes cestas

Donald Tusk pronunció un duro discurso en enero ante el Parlamento Europeo demandando que la UE se pusiera las pilas en materia de defensa y cortara lazos con Estados Unidos. Seis meses después, el tiempo le ha dado la razón al primer ministro polaco. Bruselas ha lanzado el plan de rearme más ambicioso del último siglo y la presión de Trump ha elevado el compromiso de gasto militar de la OTAN al 5% del PIB. Entre medias, la relación con la Casa Blanca es más árida que nunca, la guerra de Ucrania sigue estancada y hasta la política alemana desconfía tanto de Washington como de Moscú.

Este análisis geopolítico tiene consecuencias directas en los bolsillos de los ciudadanos. El incremento del gasto militar en un contexto de fuerte deuda supone recortar servicios públicos, aumentar impuestos y emitir más crédito público. El propio Fondo Monetario Internacional ha alertado de la debilidad de las cuentas públicas europeas, que tienen un estrecho margen. La Comisión Europea estimó en su balance de primavera que el déficit conjunto de los Veintisiete Estados miembro permanecerá por encima del 3% del PIB los próximos dos años.

En ese contexto, las opiniones de Polonia tienen cada vez más peso en la OTAN. Al erigirse en baluarte de Europa Oriental ante la amenaza de Putin y el apoyo a Ucrania, las declaraciones de Varsovia se escuchan en las diferentes capitales. Y en cuanto al rearme tiene clara la receta. Su respaldo a una defensa comunitaria pasa por más compras en suelo europeo y menos adquisiciones de firmas estadounidenses.

La península coreana, arsenal de Occidente

Si Corea del Norte está ayudando a Rusia en su guerra en Ucrania con soldados y munición, Corea del Sur no se ha quedado atrás en proveer de suministros militares a países occidentales como Polonia. El país eslavo ha comprado todo tipo de armamento: carros de combate K-2, obuses autopropulsados K-9, aviones de entrenamiento FA-50, etcétera. Según Infodefensa, el Gobierno polaco ahora está considerando comprar cazas KF-21, la versión coreana del F-35 Lightning II.

La industria militar del país asiático es famosa por su rápido desarrollo tecnológico y su interoperabilidad frente a modelos estadounidenses. Debido a la guerra sin resolver de la península coreana, Seúl ha desarrollado un estratégico sector militar. Corea del Sur posee el quinto ejército más grande de Asia, compuesto por más de 500.000 solados, y su gasto anual en defensa sobrepasa los 44.000 millones de dólares (2,4% de su PIB), según el balance del Instituto para el Estudio sobre la Guerra.

Las cuatro compañías antes citadas, Hanwha, KAI, Hyundai y LIG Nex1, se encuentran en el top 100 de empresas militares más grandes del planeta, según el índice anual publicado por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en inglés). El organismo de investigación militar con sede en Suecia sitúa a Corea del Sur como el décimo exportador de armas del planeta.

El poder industrial coreano ha dado sus frutos con Polonia. Recientemente, Varsovia ha negociado comprar 48 aviones FA-50L, diseñados para escaramuzas y entrenamiento. Hace dos días, Reuters informó que Varsovia cerró un contrato con Hyundai Rotem para adquirir una nueva remesa de 180 tanques K-2 Black Panther por un importe de 6.500 millones de dólares (5.500 millones de euros). En 2022, ya adquirió un primer lote de otros 180 carros de combate a Corea.

Este nuevo encargo de tanques se ensamblará en Polonia mediante un acuerdo de intercambio de conocimiento entre Hyundai y compañías polacas. Todos estos anuncios resaltan la confianza que tiene Varsovia en Seúl mientras sigue construyendo su propia industria militar.

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