
La Unión Europea da forma a su plan de rearme, con el que pretende impulsar la inversión en defensa. Los Estados miembro han dado este miércoles su visto bueno a la propuesta de Bruselas de crear un instrumento dotado de 150.000 millones de euros en préstamos para compras conjuntas de material militar.
La medida forma parte del paquete de que puso sobre la mesa el Ejecutivo de Ursula von der Leyen. Este instrumento será financiado a través de emisiones de deuda conjunta de la UE. Se trata de un paquete de 150.000 millones de euros en créditos que los Gobiernos deberán solicitar para realizar compras conjuntas de material militar. El mecanismo bautizado como SAFE no incluye fondos, sino que se trata de préstamos que los Estados miembro deberán devolver posteriormente.
El Ejecutivo español ha venido reclamando a la UE que disponga de un instrumento común para financiar este aumento del gasto en defensa. Planteaba la puesta en marcha de una emisión de deuda conjunta, y con financiación que se concediera a través de subvenciones. Un requerimiento que, por el momento, ha quedado sin respuesta por parte de Bruselas. Aunque el acuerdo sí satisface otra de las peticiones del Gobierno de Sánchez, la de incluir las inversiones en protección de infraestructuras y ciberseguridad como parte de este gasto, además de munición, misiles, artillería o drones.
El plan RearmEU, que proponía la Comisión Europea, contemplaba la posibilidad de activar la cláusula de escape a nivel nacional que suspendería las reglas fiscales de tal manera que el gasto en defensa no computaría para el cálculo del déficit. Una medida que, si bien España acogía con buenos ojos, todavía no ha solicitado como si han hecho la mayoría de Estado miembro.
El paquete de Bruselas contemplaba también la canalización de financiación del Banco Europeo de Inversiones para proyectos de defensa y la posibilidad de utilizar fondos de Cohesión del actual presupuesto comunitario para el gasto en defensa. Una propuesta, esta última, que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, descartaba en marzo argumentando que esta financiación debe destinarse a las regiones.
El acuerdo fue alcanzado en una reunión a nivel de embajadores de los Estados miembros ante la UE y será formalizado previsiblemente la próxima semana a nivel de ministros. Pero no necesitará ser aprobado por el Parlamento Europeo.
El acuerdo alcanzado este miércoles por los Veintisiete mantiene la cláusula que Bruselas planteaba en su propuesta original para que el 65% de los componentes del producto final deban producirse en suelo comunitario, Ucrania o en el espacio económico europeo. Lo que implica que los componentes o los instrumentos militares procedentes de Estados Unidos se verán reducidos al 35; pese a que actualmente copa el 70% de las compras de armamento de la UE.
De estas compras conjuntas podrán participar no solo los países de la UE sino también los que están en proceso de adhesión al bloque y los que tienen acuerdos en materia de seguridad y defensa con Bruselas, como Noruega, Moldavia, Japón, Corea del Sur, Macedonia del Norte o Albania.