
Japón está dando un paso gigante en la tecnología de defensa naval con la integración de un cañón electromagnético (railgun) prototipo a bordo del buque de pruebas JS Asuka (ASE-6102).
Este desarrollo no es solo una prueba de concepto, sino un indicio claro de las ambiciones de la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón (JMSDF) para mantenerse a la vanguardia de la innovación militar. Las recientes imágenes que muestran el imponente railgun en la cubierta de popa del Asuka, y las pruebas en curso, marcan un hito crucial en la modernización de su arsenal.
El JS Asuka, es un barco experimental diseñado específicamente como un banco de pruebas para nuevas tecnologías. Su propósito es ensayar y validar estas capacidades emergentes en un entorno real. La Agencia de Adquisición, Tecnología y Logística (ATLA) del Ministerio de Defensa de Japón ha estado a la cabeza del desarrollo de este railgun, logrando avances impresionantes en los últimos años.
Las pruebas de disparo en el mar, que comenzaron en 2023, y las más recientes que se están llevando a cabo con el sistema completo en el Asuka, demuestran la seriedad con la que Japón aborda este proyecto. De hecho, los informes actuales indican que la ventana de pruebas para este avanzado sistema es del 9 de junio al 25 de julio de 2025.
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— (´?(?)??) (@Gov_Vessel_fan) June 30, 2025
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A diferencia de los cañones convencionales que utilizan explosivos, la tecnología del cañón electromagnético emplea fuerzas magnéticas para acelerar proyectiles a velocidades hipersónicas. Esto se traduce en un alcance mucho mayor y una capacidad destructiva sin precedentes.
Durante las pruebas, se ha logrado una velocidad de salida de los proyectiles de aproximadamente 2.230 metros por segundo (Mach 6.5). También destaca porque puede disparar proyectiles a velocidades hipersónicas con una alta eficiencia de costos, ya que no dependen de propulsores químicos. Además, se ha demostrado una notable durabilidad del cañón, disparando 120 proyectiles sin una degradación significativa, lo que es crucial para la viabilidad operativa.
Si bien los avances son significativos, la integración de un railgun presenta desafíos complejos como que la demanda energética es enorme y la necesidad de sistemas de refrigeración eficientes para disipar el calor generado durante los disparos. A pesar de estos obstáculos, se espera que un prototipo de railgun de pequeño calibre para aplicaciones antibuque esté listo para 2027, seguido de una versión de defensa aérea de calibre medio para 2028.