
El Grupo Teka avanza en su plan de desinversiones para hacer frente a sus deudas. La compañía, de origen alemán pero con sede en España, ha llegado a un acuerdo para traspasar su filial Thielmann Portinox, el mayor fabricante de barriles de cerveza de acero inoxidable de España, a la acerera catalana Irestal, según confirman diversas fuentes del mercado a este diario.
Thielmann Portinox tiene la sede en Granada desde 1978, cuando Teka adquirió Portinox, empresa fundada en la ciudad andaluza en 1964 (como Industrias Metalúrgicas Portal) y especializada en la fabricación de equipos sanitarios y profesionales de acero inoxidable. Desde 2016, la compañía se rebautizó como Thielmann Portinox Spain.
Thielmann produce más de un millón de contenedores al año, incluyendo una amplia gama de barriles de acero inoxidable, recipientes a presión, contenedores para almacenamiento de sustancias peligrosas y GRGs (grandes recipientes para mercancías a granel) asépticos. Sus productos y servicios actúan en las industrias de bebidas, alimentación, química y baterías, entre otras.
Thielmann tiene la sede de su actividad comercial en Zug (Suiza), aunque fue fundada en 1740 en Alemania. Cuenta con seis ubicaciones en Europa y vende sus productos en todo el mundo, con un foco prioritario en Europa y Estados Unidos. La multinacional fabrica tres categorías de contenedores: en la planta de Pulianas (Granada) fabrica y suministra contenedores de bebidas y pequeños envases industriales, así como productos sanitarios; en Hausach (Alemania) produce contenedores a granel intermedios y sistemas de manipulación de polvo; y en sus centros en Dewsbury/Newark (Reino Unido), Houston (Estados Unidos de América) y Ellrich/Weitefeld (Alemania) proporciona otros servicios de contenedores.
Controlada al 100% por Teka Industrial, Thielmann Portinox Spain facturó 76,4 millones de euros en 2022, último ejercicio con las cuentas anuales disponibles, de modo que duplicó los 38,6 millones de 2021 (impactado por la pandemia). La empresa presentó un beneficio de 4,28 millones, frente a los 2,02 millones del año anterior. A nivel global, la facturación superó los 115 millones en 2022. Thielmann cuenta con unos 200 empleados en España y alrededor de 400 en total.
Con la compra de Thielmann, que deberá recibir las autorizaciones habituales en este tipo de procedimientos, Irestal integrará en su perímetro a uno de los mayores fabricantes europeos de barriles de cerveza -en competencia con las alemanas Schafer y Franke Blefa- y entrará en la producción de contenedores industriales. La compañía catalana, que trasladó su sede y principal centro productivo desde Sant Just Desvern a Abrera (Baix Llobregat) hace cuatro años, está especializada en la transformación y distribución de acero inoxidable en distintos formatos (placas, bobinas, tubos y barras) a empresas de los sectores alimentario, farmacéutico y químico en varios países de la Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos. La empresa cuenta con delegaciones en todo el territorio español, así como en Francia, Portugal y Reino Unido.
Fundada en 1945, Irestal está controlada por tres sociedades: Bomer, de Jaime Güell Parés, que posee un 47,59%; Inveslova, de Joaquim Boixareu Antolí, hijo del fundador de la empresa, con un 27,01%, y el vehículo neerlandés Jabieco Holding, liderado por José María Barata Damians, con un 25,40%.
En 2023, Irestal redujo su cifra de negocio a 150 millones, desde 179,3 millones en 2022, debido a la caída del precio de venta y a pesar del aumento de las toneladas vendidas. El resultado bruto de explotación (ebitda) cayó de 8,5 a 4 millones. La firma perdió 1,56 millones, frente a los 2,18 millones que ganó en 2022. En 2023, la compañía que dirige Joaquim Boixareu anunció el objetivo de superar los 300 millones de euros de facturación en tres años.
Ante sus dificultades financieras, el grupo suizo Heritage B, accionista de control de Teka Industrial, impulsó hace más de un año la desinversión por partes de su filial -después de fallar en la venta total-. Así, el pasado verano acordó transferir la división de electrodomésticos -con sede en Santander y principal pata de negocio de Teka con más de 600 millones de facturación-, al gigante chino Midea, que se impuso al fondo saudí Alat. El importe de la transacción no trascendió oficialmente, pero apenas superó el coste de la deuda, cercano a los 100 millones.
Ahora, da un nuevo paso con el traspaso de Thielmann a Irestal y también tiene en marcha un proceso para desprenderse de su filial de grifería de baños Strohm, cuya facturación en 2022 ascendió a 68 millones. Para la operación del área de electrodomésticos el grupo contrató como asesor financiero a HSBC y para las de Thielmann y Strohm a Lincoln International.
Heritage B, presidida por Maximiliam Brönner, va cumpliendo así con su plan de desmembración del Grupo Teka, cuya delicada situación financiera -arrastra pérdidas millonarias desde hace años- amenazó con abocarlo al concurso de acreedores a pesar de que a finales de 2023 logró reestructurar su deuda y obtuvo dos nuevos créditos de Banco Santander y BBVA por un importe total de 20 millones de euros para afrontar las necesidades de circulante y pagar a los proveedores.
Los orígenes de Teka
El Grupo Teka abarca diferentes marcas a nivel internacional además de la de Teka, como Küppersbusch, Intra, Mofém o Thor. Cuenta con alrededor de 4.000 empleados y 11 fábricas en el mundo. En España, su primer mercado con más de un tercio de sus ingresos, tiene tres plantas en Santander, Zaragoza y Granada.
La marca Teka se originó en 1924, cuando Karl Thielmann fundó una empresa de maquinaria agrícola en Alemania. Poco después, la empresa comienza a trabajar en la producción de acero inoxidable, un paso esencial en la historia de la compañía. En 1957, Helmut Klein se une a la empresa como socio. Fue en ese momento cuando Teka se registra como marca, resultado de la fusión de los nombres de ambos fundadores: Karl Thielmann y Helmut Klein.
En los primeros años, la compañía se centró en la fabricación de fregaderos, producto con el que obtienen gran éxito y reconocimiento en el mercado. En los años posteriores, amplió su catálogo y comenzó a fabricar otros productos, como cocinas, hornos y campanas extractoras. En 1964, estableció su sede en España (en Santander), como parte de su proceso de su expansión internacional, que le llevó a tener actividad en cinco continentes.