
Continúa el caos en Sargadelos. El dueño de la fábrica de Cervo, Segismundo García, comunicó el pasado viernes a Trabajo que esta semana se fijaría como "periodo vacacional obligatorio" después de amenazar con el cierre de la planta por una serie de deficiencias encontradas por la Inspección y que le costaron una multa de 5.000 euros. Este lunes, la plantilla se ha dividido ante la forma de afrontar una situación que los sindicatos han calificado de "esperpento" y "caos", al tiempo que han solicitado una reunión urgente con una "desaparecida" Yolanda Díaz.
A primera hora de esta mañana, según han informado los sindicatos, varios empleados han accedido a las instalaciones de la emblemática ceramista ubicada en Lugo al inicio de su jornada laboral, aunque "parece ser que no tienen una ocupación efectiva" y están "sentados pero sin trabajar". Otros tantos han decidido aceptar las vacaciones impuestas, aunque es un número "muy residual".
No obstante, según han remarcado los sindicatos, el grueso de la plantilla se ha quedado a las puertas de la planta como sucedió el jueves y el viernes de la pasada semana, toda vez que afirman desconocer cuál es la situación exacta ante el "oscurantismo" predominante.
Ante este panorama, CCOO, UGT y CIG han solicitado una reunión con carácter urgente a la Inspección de Trabajo. En este sentido, el representante de CCOO, José Antonio Zan, ha explicado a Europa Press que quieren conocer todos los detalles del expediente laboral abierto a la empresa, después de que se detectara que dos empleadas de la planta de Cervo desarrollaron silicosis y se solicitara al dueño subsanar las 36 deficiencias detectadas en la factoría.
A raíz de este expediente, Segismundo García comenzó a echar un pulso particular a Trabajo con la remisión de varios comunicados con un tono muy particular. El miércoles anunció el fin de la actividad en la fábrica, el jueves matizó que no pretendía cerrar la planta y el viernes comunicó que fijaba esta semana como periodo vacacional para "proteger la salud de los trabajadores" mientras se resuelven las incidencias detectadas.
Zan ha recriminado al Ministerio de Trabajo y a su titular, Yolanda Díaz, que "está desaparecida". El departamento que dirige la ferrolana pidió una reunión urgente con la dirección de Sargadelos el pasado viernes, pero no consta que haya recibido contestación.
Por su parte, la Xunta "está pidiendo tiempo para negociar" -el conselleiro de Emprego, José González, fue quien llevó las conversaciones la semana pasada-, según este portavoz sindical, que advierte que los trabajadores están "muy enfadados" pues lo que quieren es poder volver a la normalidad.
Reclaman a la Xunta que actúe
A preguntas de los medios en rueda de prensa en Santiago, el secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, ha mostrado su "preocupación" sobre "la agilidad con la que tendría que estar actuando la Xunta".
"No podemos estar bajo ocurrencias que el propietario pueda tener", avisa, ya que "se está vulnerando derechos laborales" y con "riesgo para la salud". Por ello, apela a que la autoridad laboral "debe ejercer" sus funciones para que se garanticen estos derechos. Carril incide en que "son muchos los puestos de trabajo en juego", además de tratarse de una empresa "estratégica" por el patrimonio cultural y artístico que supone.
De tal forma, urge a la Xunta a plantear "de inmediato" una alternativa entre un "abanico" de medidas existentes, que van desde "una expropiación" a un "proceso en el que se busque un proyecto industrial" con un papel "central" de la administración.
Una empresa emblemática
La historia de Sargadelos comienza a escribirse en 1806 cuando Antonio Raimundo Ibáñez, el Marqués de Sargadelos, inicia un proyecto que cambiará para siempre el panorama gallego.
Además de la fábrica de Cervo, que está declarada como Bien de Interés Cultural (BIC), el patrimonio propio de Sargadelos se completa con auténticas obras de arte de Luis Seoane y de otros artistas que plasman el alma gallega. La firma ceramista dispone de numerosos locales de venta en muchas partes de España y salió en 2016 del concurso de acreedores declarado en abril del 2014.
También están las implicaciones a nivel sociocultural, ya que Sargadelos es una empresa emblemática de Galicia desde el momento de su creación por Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane.
Gracias al impulso de actividades novedosas para la época como la constitución de la Real Compañía Marítima o la creación de una potente siderurgia que revolucionó la España del siglo XVIII, Antonio Raimundo inaugura una fábrica de loza en el Lugar de Sargadelos (Cervo) aprovechando los yacimientos de caolines existentes en la zona.
Esta cerámica se caracterizaba por su color blanco con un esmalte azulado de estilo neoclásico inspirada en la loza inglesa Bristol. Tiempo después José Ibáñez, hijo del fundador, amplió la fábrica original e instala tres hornos de producción. Ya en los años 30 la producción se elevaría a 20.000 piezas anuales.
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