Industria

Celsa lanza ahora la venta del 20% a un socio español

  • Contrata a Grant Thornton y a Citigroup para que le asesoren en el proceso 
  • Se hace un año después de la toma de control de la siderúrgica y seis meses después de lo previsto 
Un operario de Celsa. EE
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Un año después de tomar el control de Celsa, los fondos SVP y Attestor lanzan la venta del 20% de su capital. Tal y como se comprometió con el Gobierno para que facilitase su entrada, los dueños de la siderúrgica buscan ahora un inversor español que toma una quinta parte de su accionariado. Candidatos no hay tantos: Sidenor (ahora inmersa en la compra de Talgo), Megasa y Grupo Gallardo Balboa son los tres más obvios, pero la firma ha contratado a Citi para que le ayude en la búsqueda de compradores.

La compañía con sede en Castellbisbal (Barcelona) explica que le proceso se inicia una vez iniciado el plan de eficiencia operativa y la venta del negocio en Reino Unido y Noruega al fondo Sev.en Global Investments por 600 millones de euros.

El socio español, además, debe tener compromiso industrial, no siendo un fondo de inversión. "Todo ello se produce de acuerdo con los compromisos asumidos por los actuales accionistas frente al Gobierno", señala en un comunicado.

Los fondos contrataron de nuevo a Grant Thornton para que realice la valoración del grupo. La consultora volverá a evaluar el precio de la siderúrgica después de ya trabajar para determinar un valor durante el procedimiento judicial del año pasado. Su resultado llegó con polémica, pues BDO consideró que la conclusión incorporaba "errores significativos".

Y es que Grant Thornton valoró Celsa en 2.400 millones de euros hace ahora un año. Antes de la venta de los activos internacionales y de asumir pérdidas que permanecían ocultas en el balance. Está por ver si mantendrá los mismos niveles de valoración un año y medio después.

La compañía inicia el procedimiento seis meses después de lo previsto, pues debía haber arrancado en mayo. Primero, no obstante, la empresa quiso poner orden a sus sociedades internacionales y diseñar el plan estratégico futuro de la mano de Bain.

Lo cierto, no obstante, es que el cuaderno no se repartirá en el mejor momento para la industria del acero europeo. Empresas como Thyssenkrupp anunciaron 11.000 despidos hasta 2030 y Arcelormittal frenó las inversiones para producir acero verde en el continente a base de hidrógeno sostenible.

Evidentemente, Celsa no vale lo mismo en un sector a la baja que en un momento pujante. Cabe recordar, no obstante, que el contexto de debilidad de la industria siderúrgica fue uno de los argumentos de los fondos –secundado por el juez- para determinar que las previsiones de la familia Rubiralta no eran creíbles, los resultados en el futuro iban a ser inferiores a los objetivos marcados y por lo tanto la sociedad valía menos que su deuda.

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