
"Europa tiene que despertar. Y yo añadiría: ¡con urgencia! Porque hay mucho en juego, nuestra libertad y prosperidad". La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, centraba su intervención en el pleno del Parlamento Europeo en la guerra a las puertas de Europa y la necesidad de que la UE tome acción. Es así que llama a aumentar la capacidad de la industria de defensa europea en los próximos cinco años.
La guerra de Ucrania ha obligado al bloque comunitario a repensar su estrategia en defensa. La UE, que nacía como un proyecto de paz tras la Segunda Guerra Mundial, pone sus fundamentos a prueba y afronta un debate ético. La alemana considera que el riesgo de guerra "no es inminente, pero no es imposible" por lo que considera necesario "cargar nuestra capacidad industrial en defensa en los próximos cinco años".
La presidenta del Ejecutivo comunitario ha instado a la UE a estar preparada: "Y eso empieza por la urgente necesidad de reconstruir, reponer y modernizar las fuerzas armadas de los Estados miembros", ha exhortado. La idea es desarrollar y fabricar la "próxima generación de capacidad operacional" para garantizar que tiene la "superioridad tecnológica que necesitará en el futuro".
La líder del Ejecutivo comunitario ha avanzado este miércoles que Bruselas anunciará la adjudicación en el marco del programa para impulsar la producción de munición. "Esta financiación nos permitirá casi duplicar la producción de munición europea, hasta superar los 2 millones de proyectiles al año a finales de 2025", ha anunciado la jefa del Ejecutivo comunitario.
La Comisión Europea presentará, en las próximas semanas, varias propuestas relacionadas con la que será la primera Estrategia de Defensa Industrial Europea. Una iniciativa que girará en torno a las compras conjuntas, según ha explicado Von der Leyen, emulando el modelo de la compra de vacunas durante la pandemia o las compras conjuntas de gas durante la guerra de Ucrania. Con esta iniciativa Bruselas busca reducir la fragmentación y mandar una señal conjunta a la industria. Un marco en el que el Ejecutivo comunitario estudiará "la forma de facilitar acuerdos de compra anticipada en los que ofrezcamos garantías" para dotar a las empresas de la industria de defensa de "pedidos estables y previsibilidad a largo plazo".
Pero el impulso al sector de defensa comunitario no se queda aquí. Bruselas tiene en mente identificar proyectos de interés común en el ámbito de la defensa, como hace en el segmento de las interconexiones eléctricas entre países, por ejemplo. También creará una Oficina para la Innovación en Defensa en Kiev, tal y como anunció Von der Leyen, un intento de acercar a Ucrania y Europa y de que los Estados miembro aprovechen la experiencia de Kiev en el campo de batalla.
Recogiendo uno de los debates de la UE, la alemana ha mostrado su apoyo a la creación de la figura del comisario de Defensa, una figura que no existe actualmente y que dependerá del resultado de las elecciones europeas del próximo mes de junio. Además, ha mirado al Banco Europeo de Inversiones, y se ha referido a las palabras de su presidenta Nadia Calviño, que está dispuesta a contribuir a proyectos que impulsen la industria europea de defensa. Así la alemana ha pedido "a los Estados miembro que respalden la propuesta. La industria de defensa necesita acceso a capital". Todo ello en un debate en el que los estatutos del brazo inversor de la UE impiden que se destine financiación a munición y armamento.
En su intervención ante el pleno del Parlamento Europeo, la alemana ha propuesto utilizado los beneficios extraordinarios que los activos congelados rusos en Europa para comprar de forma conjunta equipo militar para Ucrania. Von der Leyen ha elogiado el simbolismo de tal acción y ha insistido en que "Europa está tomando la responsabilidad por su propia seguridad". Además, ha celebrado que Suecia se vaya a convertir en aliado de la OTAN, un paso que ha tildado de "histórico" tanto para el país escandinavo como para la seguridad común de la Alianza Atlántica.
La presidenta de la Comisión Europea ha cerrado su discurso con un mensaje: "con o sin el apoyo de nuestros socios, no podemos dejar que Rusia gane. Y el coste de la inseguridad -el coste de una victoria rusa- es mucho mayor que cualquier ahorro. Por eso es hora de que Europa dé un paso al frente".