Economía

Calviño hace equilibrismos al frente del BEI para contentar a Francia y Alemania

  • Defiende la solvencia de la institución y su posición financiera "fuerte"
  • Deja en manos de cada miembro la inversión en defensa y nuclear
  • Jugará "un papel fundamental" para cerrar la brecha de inversión con EEUU
La presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño
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Hay una nueva inquilina en Luxemburgo. Hace como cuatro semanas que la exministra de Economía, Nadia Calviño, se ha instalado en la cabeza de la mesa del Banco Europeo de Inversiones. Entre altas torres y cielos cubiertos, la española delinea las que serán las líneas maestras para su mandato durante los próximos seis años. Y en un momento en el que se reabre el debate sobre si el brazo inversor de la UE debe impulsar la inversión en defensa y energía nuclear, Calviño apela a una decisión conjunta con los ministros de Economía y Finanzas del bloque en un intento por no levantar revuelo en Francia. Al tiempo manda un mensaje para Alemania: mantendrá la solvencia de la institución.

El de Calviño es un ejercicio de equilibrismo. Trata de mantener el eje entre el mensaje de solvencia que le requiere Berlín y la apertura a las inversiones en energía nuclear que demandan los intereses galos. Comedida, puntualiza, corrige -y se autocorrige-, adjetivos y formas verbales para elucubrar un discurso ajustado a las expectativas de una nueva presidencia del BEI. En un encuentro reducido con medios españoles, entre los que se encontraba elEconomista.es, delinea la "posición fuerte de la institución".

"Tenemos una ratio de capital del 34%, es decir, una posición financiera muy fuerte. Y una triple A, también muy sólida", ha asegurado la nueva presidenta del brazo inversor de la UE. Tal mensaje de estabilidad se proyecta al futuro: "la protección de la triple A es una prioridad absoluta para nosotros", sostiene la española. Y es que en un ejercicio de tranquilizar a los mercados alemanes asegura que "solamente con estas condiciones de solvencia tan fuertes podremos tener condiciones financieras atractivas y prestar a los Estados miembro y a las empresas en buenas condiciones".

La institución ha virado en los últimos años para convertirse en el Banco del Clima, con más del 50% del porfolio focalizado en este segmento según los resultados de 2023. "Esto nos da una base muy sólida para poder contribuir a las prioridades políticas europeas de los próximos años". Mecanismos de control de riesgo y mecanismos de gestión financiera "muy eficientes" avalan una "posición muy fuerte desde el punto de vista de las inversiones".

Lejos, eso sí, de promesas que apunten a tipo alguno de riesgo. La balanza del BEI buscará también un punto en el que se concilie "la toma de riesgo y la protección de nuestra posición de solvencia". Hay margen, según la española, "para hacer más" pero "tenemos que hacerlo siempre en el contexto de preservar nuestra solvencia y posición fuerte". También, porque "es la ventaja que tenemos para financiar la economía europea y ese carácter contracíclico".

La conversación con los ministros de Economía y Finanzas de la UE que tendrá lugar este mes en la localidad belga de Gante orientará a la institución durante el mandato de seis años que tiene por delante Calviño. Se romperán tabúes como defensa y tendrá que hacer frente al apetito de Francia por abrir la mano con las inversiones a la energía nuclear en un entorno en el que la institución debe mantener la neutralidad para no favorecer a una tecnología sobre otra en el mercado.

"El tema energía nuclear estoy segura de que va a ser una de las cuestiones que habrá que abordar con los ministros y voy a escuchar con atención qué es lo que ellos plantean", se ha limitado a explicar Calviño. Escueta, ha ejemplificado que en la nuclear el brazo inversor de la UE también ha estado ya financiando proyectos, aunque han estado relacionados con el ciclo del combustible o con la seguridad

La otra cuestión tiene sobre la mesa, la defensa, tiene su intríngulis. Los estatus del vehículo inversor comunitario fijan líneas rojas a la hora de invertir en sectores como armamento o munición. La nueva presidenta del BEI rompe con las ideas preconcebidas y explica que el banco "lleva financiando proyectos de seguridad y defensa desde hace 8 años".

Si algunas voces comunitarias claman la necesidad de romper ciertas barreras, adoptar una nueva mirada estratégica y abrir la puerta a la financiación del BEI en este segmento, la respuesta de Calviño es la cautela. Sí, en enero, el Fondo Europeo de Inversiones puso en marcha la Iniciativa Estratégica de Seguridad Europea, pero este un instrumento está dedicado a tomar capital de empresas pequeñas. Sí, apoya proyectos relacionados con la seguridad y defensa, pero están aterrizados a áreas de I+D, tecnologías duales, protección de infraestructuras críticas o ciberseguridad. Aspectos que no tendrían fines militares.

Pulso a EEUU en inversiones

Uno de los resultados evidenciados por el informe del Banco Europeo de Inversiones, presentado esta semana, es que la UE continúa rezagada en inversión respecto a Estados Unidos. Preguntada por esta cuestión, Calviño se ha mostrado confiada en que el brazo inversor de la UE jugará un "papel fundamental para cerrar la brecha de inversión" respecto a Washington.

La española tratará de movilizar el capital necesario para "la doble transición verde y digital, entre otras prioridades". Un segmento en el que las empresas españolas llevan cierta ventaja, según evidencia el informe de la institución publicado esta semana. El porcentaje de empresas españolas están invirtiendo en cambio climático es del 64%, frente al 56% de la media de la Unión Europea. Una dinámica que se replica también en el segmento de la digitalización. A la vez, la proporción de empresas españolas que afirman afrontar problemas o restricciones derivados de falta de financiación está en mínimos históricos.

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