
Ferroglobe, el gigante de la producción de ferroaleaciones de silicio metal, silicio y manganeso cuyo máximo accionista es Grupo Villar Mir (GVM), se ha impuesto el desafío de restaurar el reparto de dividendos a comienzos de 2024.
Para ello, los planes de la compañía británica y cotizada en el Nasdaq estadounidense discurren por amortizar sus bonos en circulación o, en su defecto, llegar a un acuerdo con los bonistas para poder volver a retribuir a sus accionistas después de seis años, según indican a 'elEconomista.es' fuentes financieras al tanto del proceso.
Ferroglobe ejecutó en julio pasado una amortización parcial de los bonos preferentes con vencimiento en 2025 por valor de 150 millones de dólares (142 millones de euros al cambio actual), lo que permite reducir los gastos en intereses en 14 millones de dólares (13,3 millones de euros). Esta operación dio continuidad a la cancelación parcial de 2022 por 50 millones de dólares. De este modo, la compañía que lideran Javier López Madrid, como presidente, y Marco Levi, como consejero delegado, ha rebajado en apenas un año y medio en 200 millones de dólares el saldo de los bonos preferentes garantizados, que pagan un cupón del 9,375%. Así, ha pasado de 350 millones de dólares (332 millones de euros) a los menos de 150 millones de dólares actuales. El vencimiento de esta emisión se extiende hasta 2025.
El dividendo de Ferroglobe ayudará a Villar Mir, que tiene el 40,7% del capital, a refinanciar su deuda con el fondo Tyrus
Ferroglobe pretende restituir a comienzos de 2024 el dividendo, que pagó por última vez en 2018. En estos años la compañía ha afrontado un duro periodo de reestructuración y los resultados de los últimos trimestres muestran una recuperación progresiva de la actividad y la rentabilidad que dibujan un escenario más propicio para remunerar a sus accionistas. Ahora bien, para hacerlo tiene que cancelar completamente el saldo en bonos o, en su defecto, obtener la autorización de los bonistas a través de un 'consent fee', por el que la empresa pagaría una comisión a cambio del permiso. La decisión será adoptada por el consejo de administración de la compañía, pero la evolución del negocio ha permitido que disponga de caja suficiente para repagar la deuda si fuera la opción elegida.
El pago de dividendos supondría un nuevo espaldarazo para el Grupo Villar Mir (GVM), que a través de Inmobiliaria Espacio emerge como el primer accionista de Ferroglobe con el 40,7% del capital. El holding que fundó Juan Miguel Villar Mir ha ido cediendo posiciones en el accionariado de la firma de ferroaleaciones al tener su participación como garantía del crédito con el fondo Tyrus Capital. Este año, de hecho, le ha transferido un 8%. La vuelta de la retribución al accionista en Ferroglobe y el cobro a Sonatrach del 49% de la argelina Fertial asoman como las dos principales bazas de GVM para refinanciar su deuda, que asciende a 275 millones, y afrontar una etapa de estabilidad.
Ferroglobe capitaliza en la actualidad cerca de 960 millones de dólares (910 millones de euros), anotándose en el año una subida en bolsa de casi el 40%.