Valencia
El grupo japonés UBE ha decidido frenar parte de sus inversiones en su complejo químico y plástico de Castellón, su sede para Europa y donde concentra su producción en el continente. La subida de los precios de la energía y de las materias primas ha golpeado su competitividad y junto al descenso de la demanda ha hecho que la filial española entrase en pérdidas en su último ejercicio, que cerró en marzo pasado.
Según explicó el presidente de UBE Corporation, Bruno de Bièvre, al cierre del ejercicio fiscal 2022 el grupo registró unas pérdidas consolidadas de 11 millones de euros, frente a los 34 millones de euros de beneficios del año anterior.
La filial castellonense de UBE alcanzó unas ventas récord de 620 millones de euros, casi un 14% más que el año anterior. Sin embargo ese crecimiento estuvo inflado por el alza de los precios para asumir el incremento de costes por la guerra de Ucrania tanto en la energía como en las materias primas. Ya el año pasado advirtió del alto sobrecoste que iba a suponer la energía para su actividad productiva en España.
De hecho, el complejo petroquímico de UBE junto a la refinería de Castellón redujo notablemente la producción, llegando a trabajar a una capacidad de entre el 50% y el 70% dependiendo de las líneas, según explicó el director de producción de UBE Europe, Santiago Bretón. Una situación que ha obligado al grupo a implantar medidas para "flexibilizar la producción, pero manteniendo el empleo". En Europa emplea directamente a 617 personas, de las que 561 trabajan en la provincia de Castellón.
La filial europea del grupo japonés también ha optado por frenar su plan de inversiones y retrasar más allá de 2024 algunas de ellas por la coyuntura actual, sobre todo las dirigidas a ampliar la producción. Así, los 95 millones de euros que incluía su plan hasta 2024 se quedarán en 60 millones de euros hasta finales del año que viene.
Este ejercicio el grupo destinó 15 millones a actuaciones en sus plantas y entre las nuevas inversiones que se mantienen se encuentran las dirigidas a mejoras medioambientales, eficiencia energética y seguridad, según el director financiero de UBE Corporation Europe, Daniel Loyarte.
Química y plástico, según sectores
El complejo de Castellón se centra fundamentalmente en la producción de poliamidas y derivados como el nylon, compuestos básicos para la producción de plásticos para todo tipo de sectores y también dentro de su proceso genera una parte para fertilizantes.
Tras la subida de los precios por el incremento de la energía y la materia prima, la empresa explica que a partir del verano pasado se produjo "una caída libre de los precios de los insumos, que repercutió negativamente en la rentabilidad de la compañía, forzada a la venta de producto manufacturado con materias primas adquiridas a precios elevados, frente a una situación de demanda con perspectivas de costes progresivamente a la baja".
En el caso de sus productos, "el conflicto en Ucrania ocasionó adicionalmente el cierre de ciertos mercados, y un mayor aumento de costes productivos del sector en Europa, frente a los de su competencia asiática, favoreciendo la entrada de importantes flujos de material producido fuera de la Unión Europea, especialmente en el mercado del film para la protección de alimentos".
Según los responsables de UBE, el comportamiento ha sido peor de lo esperado en los segmentos de química básica y plásticos de ingeniería, y positivo en química fina y en la comercialización de productos especiales manufacturados por la empresa matriz japonesa.