
El grupo industrial Cristian Lay ha presentado una oferta por el 100% de Grupo Gallardo Balboa, que se encuentra en preconcurso de acreedores tras no poder hacer frente a su deuda de 150 millones de euros. Esta oferta garantizaría la continuidad de todos los negocios del grupo, así como de todos los puestos de trabajo (la plantilla se cifra en torno a los 900 trabajadores).
Además, esta oferta propone a la banca levantar el preconcurso de acreedores, reforzar los recursos propios mediante una ampliación de capital e inyectar una liquidez adicional. No obstante, el levantamiento del preconcurso no contempla ningún tipo de quita a los proveedores del grupo. Esta oferta, según ha explicado Cristian Lay a través de un comunicado, cuenta con el apoyo de la Junta de Extremadura y del comité de la empresa. "Nuestra oferta, frente a otras que suponen el desmembramiento de la compañía, garantiza la continuidad de los empleos y de toda la actividad de Grupo Gallardo Balboa, especialmente la de las plantas de Jerez de los Caballeros", asegura el presidente de Grupo Industrial CL, Ricardo Leal.
En este sentido, cabe recordar que los acreedores (Santander, BBVA y Caixabank) negociaban junto a KKR -propietario del 100% de la empresa desde noviembre del pasado año- la venta del grupo a la compañía gallega Megasa. Sin embargo, esta propuesta, según adelantó elEconomista, estaba condicionada a una quita de la deuda. La complicada situación de la compañía ha empeorado con la llegada de la pandemia del coronavirus, que le obligó a paralizar alguno de sus negocios y a solicitar el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte). Por ello, la compañía solicitó un préstamo avalado al ICO, que no consiguió por la situación económica que arrastraba desde hace tiempo.
Complicada situación
Por estos números, KKR se vio obligado a ejecutar un canje de deuda por acciones en noviembre para quedarse con el 100% de la compañía ante la imposibilidad de ésta de cumplir con los ratios financieros exigidos derivados de su acuerdo de refinanciación del año 2014. Mediante dicho acuerdo, el grupo siderúrgico consiguió reducir su deuda en 500 millones de euros y situarla cerca de los 100 millones en aquel momento.
Para el fondo, solicitar el preconcurso significa ganar más tiempo, paralizar posibles ejecuciones y evitar tener que desembolsar más capital si la compañía fuera a liquidación y con los activos no se cubrieran las deudas. De hecho, tal y como consta en sus cuentas correspondientes al ejercicio de 2018 -y firmadas el pasado mes de marzo, antes del estado de alarma-, con el cambio de titularidad de la compañía, KKR ha iniciado "actuaciones cuya finalidad es dotar al grupo y su sociedad dominante de una estructura financiera adecuada". Por ello, contrató a Houlihan Lokey, FTI y Latham & Watkins para reestructurar su deuda.