
Si el tomate no te sabe tan bien como antes, el problema podría ser otro: no lo estás guardando bien
El tomate es uno de los alimentos más versátiles de la cocina, ya que se puede usar tanto en muchísimos platos, como tomarse solo, ya que tiene un agradable y refrescante sabor, sin embargo, muchas personas recuerdan el sabor de los tomates mucho más potente hace unos años que en la actualidad.
Esta diferencia de sabor se debe, principalmente, a dos factores fundamentales: por un lado se encuentra la calidad del producto en sí, y por otro lado se encuentra la forma de conservarlo que empleemos en casa. Puede parecer que el modo de guardar los tomates no es relevante, pero la realidad es que puede ser el motivo clave por el que sentimos que tienen menos sabor.

- Foto: Canva.
1. No está aún para comer
Según explica el chef David Guibert (@davidguibertchef) en sus redes, lo primero es saber las claves para guardar correctamente el tomate.
Si tiene zonas verdes y amarillentas, al apretar con el dedo no se arruga y no tiene olor, aún no está en su punto, por lo que lo mejor será dejarlo fuera de la nevera.

- Foto: Getty.
2. Para que madure antes
Si aún no está en el punto para comer, pero queremos que madure antes, podemos dejarlo fuera de la nevera junto a una manzana o un plátano, ya que se acelerará el proceso por el etileno.

- Foto: Canva.
3. Ya está en su punto
Por el contrario, si está totalmente rojo, al apretarlo con el dedo se arruga y huele a tomate; es el momento idóneo para tomarlo.
Si aún no queremos consumirlo, pero sí mantenerlo, deberemos guardarlo en la nevera boca abajo.

- Foto: Getty.
4. Si ya está cortado
Si hemos consumida una parte y nos sobra otra, el chef recomienda guardar la parte restante en un recipiente con una servilleta, con el fin de que dure un par de días más en la nevera.