
La reforma laboral constituye un pilar fundamental para la creación de empleo. Así lo ha demostrado el dato anual del paro (con la mayor caída de la historia) y el incremento de afiliados a la Seguridad Social (540.655).
Esta alza de cotizantes supone el récord de la década y, de mantenerse durante los próximos cuatro años, permitiría apuntalar el sistema de pensiones. Ante la certeza de las cifras no es entendible que el PSOE siga enrocado y sólo busque su derogación.
Así lo indican al menos las palabras del concejal socialista Antonio Carmona a este periódico. El Gobierno no debe ceder a las presiones y tendría que abrirse a realizar cambios que mejoren sus debilidades (como la excesiva temporalidad). Pero, en beneficio del empleo, la reforma debe preservarse.