
Me preguntan que cuándo va a tocar fondo la bolsa china. Yo respondo que cuando quieran los chinos. Las autoridades, vaya. También respondo que, a falta de toma de decisiones serias y razonables -lo de meter a los que venden en la cárcel no lo es-, las bolsas también podrían tocar fondo de forma natural, porque caigan tanto que los precios resulten atractivos para quienes tienen capacidad -dinero- para cambiar la tendencia, que son los grandes inversores institucionales (fondos de inversión y de pensiones, hedge funds, etc.). En esta ocasión podrían coincidir ambas fuerzas. Y más pronto que tarde.
Las autoridades chinas se van dando cuenta que los métodos utilizados hasta la fecha son caros y poco prácticos. Caros, porque se han dejado un pastón en comprar acciones y no ha servido de nada. Poco prácticos, porque lo de meter a los vendedores en la cárcel tiene su límite (el espacio disponible en las prisiones), y hacer desaparecer a gestores de hedge funds queda poco estético ante la comunidad financiera internacional, por muy "malicioso" -palabras de la autoridad- que sea ponerse corto en el mercado. Y es verídico: no sé si ha aparecido ya, pero hasta ayer el directivo chino de uno de los mayores hedge funds internacionales estaba missing.
Visto lo visto yo creo que han decidido tirar de manual. Además, se han dado cuenta que ante problemas importantes los mercados sólo atienden a medidas importantes. Y no me refiero a la cárcel, sino cosas más ortodoxas como bajar los tipos de interés o llevar a cabo actuaciones que animen el consumo interno.
Porque el problema es el consumo. Sé que lo que voy a decir es atrevido, pero para mí que el cambio de modelo que nos vendieron como una decisión tomada en frío y con anticipación de politburó fue más bien una reacción un tanto aturullada ante un problema que empezaba a írsele de las manos. Es fácil de entender: las fábricas chinas no paraban de producir y eran incapaces de vender tanta producción, y menos exportarla a un Occidente económicamente estancado. Se llama exceso de capacidad o sobreproducción.
¿Y cómo sé yo esto? Porque si el índice de precios de la producción lleva cuatro años en negativo -como es el caso en China- significa que para vender lo que sale de las fabricas hay que bajar precios todos los meses. Y llevan así cuatro años.
También se han dado cuenta que devaluar no arregla las cosas (y encima asusta a los mercados). El efecto sobre el PIB chino de un cambio en las exportaciones, sea para bien o para mal, solo afecta en, como mucho, 0,2 puntos porcentuales a la cifra total de crecimiento anual. Lo que de verdad puede mover el PIB en China es incrementar el nivel de consumo de 1.300 millones de chinos.
Así que las autoridades van al manual y leen: "lo que anima el consumo es bajar los tipos de interés. Otra opción, según un economista inglés llamado Keynes, es llevar a cabo un plan de estímulo económico masivo. O ambas cosas". Y miran a sus tipos de interés y se dan cuenta de que con una inflación del 1,6% y tipos al 4,6% tienen margen para bajarlos. Luego miran en la caja -reservas de divisas- y ven que tienen nada menos que 3,6 billones -con b- de dólares.
"¿Cómo no lo hemos pensado antes?", se preguntan. "En lugar de bajar los tipos de interés un cuartillo cada seis meses podríamos hacer algo más valiente, y aun así mantendríamos tipos de interés reales positivos (que es lo ortodoxo). Es más: podríamos utilizar parte de nuestras reservas para reformar nuestro sistema impositivo -de forma que fomente el consumo en lugar de construir más fábricas-, incrementar el gasto en infraestructuras y acelerar el uso de modelos empresariales mixtos públicos y privados"
¡Qué bien sientan un par de tardes de clase de economía! (bueno, no a todo el mundo). El caso es que lo del estímulo adicional acaban de anunciarlo. Y estoy convencido de que acelerarán el proceso de bajada de tipos.
¿Y los precios? Bien, gracias. En el Gran Casino de Shanghai el desplome bursátil ha dejado el PER en 13,5 veces, lo cual no se veía en años. Incluso, aunque el crecimiento de la economía China bajara del 7% actual al 6%, sería barato. Pero es que si vamos a un índice serio, como es el Hang Seng de la Bolsa de Hong Kong, el PER actual es de 11. Para hacernos una idea de qué hablamos: en Europa es de 15 y en EEUU, de 17.
Es imposible saber exactamente dónde está el fondo, pero ahora que las autoridades han tomado un camino que entienden los mercados, y que los precios empiezan a ser razonables, me atrevo a decir que estamos mucho más cerca. Eso si no estamos ya en él.