
Nos encontramos en un momento de la Historia único, dado que jamás antes ha existido una situación análoga a la que estamos asistiendo en relación a los tipos de interés.
En los anales de la Historia, siempre, se ha registrado que los tipos de interés han experimentado un valor positivo, como lo avalan estudios sobre este tema de universidades americanas. La moderna teoría de las Finanzas empresariales, propuesta hace décadas por Van Horne, Weston y otros establece que de entre las tres divisiones de ella y que son la financiación, la inversión y los dividendos, la que se considera con una mayor preponderancia es indudablemente, la inversión.
En estos momentos podemos encontrar intereses que sorprendentemente son negativos. Y ésto no es algo baladí, ni en lo que representa, ni en su cantidad. Pues a fecha de hoy ya existe en el mercado una deuda, soberana fundamentalmente, ahora de más de 170.000 millones de dólares en bonos. Y esta cifra continua creciendo diariamente en el entorno superior del millón diario, según indican algunos investigadores y cuyo horizonte temporal, en algunos casos, es de cien años. Lo cual significa que aquel que invierte en estos bonos acepta que su inversión lejos de darle alguna rentabilidad, va a ocasionarle, con seguridad, una pérdida cifrada por el tipo de interés negativo.
Y además, acepta que dicha pérdida, se produzca a lo largo del horizonte temporal de la susodicha inversión. Y para más inri, además, lo que viene a posicionarse en realidad es que obviamente como los precios de los instrumentos de renta fija suben cuando baja el tipo de interés, es sencillo colegir que evidentemente tambiénse posiciona en la expectativa de que aún bajen más los tipos de interés. Y por tanto esa negatividad sea aún mayor. Pues de esta manera es la única posibilidad que puede llegar a tener de que su inversión no sea ruinosa.
Y ésto ya ha llegado a la banca comercial de Europa, a través de los préstamos que son ofrecidos a los clientes. Es el caso del tercer banco de Dinamarca, Jyske Bank, que está otorgando en estos momentos y desde hace algún tiempo a sus clientes, y el de alguno de Suíza, que lógicamente va a abocar también en que el dinero que se tenga en las entidades financieras se tenga que pagar a éstas por su tenencia.
Todos los factores de capitalización y descuento que se emplean están pensados para intereses positivos
Esta situación relativa a los tipos de interés va a ocasionar en las finanzas algo ignoto, jamás pensado. Pues todos los factores de capitalización y descuento que se emplean están pensados para intereses positivos. Lo que va a hacer que la gestión financiera deba ser repensada y consiguientemente, por ende, la Economía se vea envuelta en una dinámica que se desconoce hasta donde puede tener su alcance. Porque sólo hay que pensar, por poner tan sólo un ejemplo, que por lógica esta situación va a abocar seguramente a que los inmuebles experimenten una bajada de su precio, derivada de esa bajada previsible de los tipos de interés, que deja sin valor económico alguno al dinero al crear una mala situación en la Economía.
Pues un estudio de la Universidad de Bath de Inglaterra señala claramente que el efecto perseguido de acrecentar la Economía es posible que lo que se haya conseguido sea al revés, como expone Bloomberg. Lo cual lógicamente derivará en una bajada de precios.
Precisamente ahora en España los contratos de compra venta de viviendas los precios están sufriendo un decremento, Pues ya se observa ésto en Junio, Julio y Agosto. Como decía el premio Nobel de Economía Paul Samuelson la política monetaria es como una cuerda que sirve para hacer que baje el nivel económico al subir los tipos de interés; pero no sirve para empujar la Economía cuando se bajan. Porque a pesar de estar más barato el dinero, las personas no pedirán préstamos, como se está viendo, en momentos económicos malos.
Indudablemente el valor del dinero en el tiempo se va a ver trastocado absolutamente, en cuanto a la manera en la que se ha venido tratando hasta la fecha. Porque incluso por causa de los intereses negativos, ese valor del dinero fiat o como es más conocido, fiduciario, está quedando vaciado, indiscutiblemente. Y si el dinero no tiene valor en el tiempo entonces tampoco tiene sentido económico almacenarlo en esta forma. Por lo tanto puede abocar a que se busque refugio en el oro o la plata. Y también que sea sustituido por criptomonedas, hasta como medio de pago. Lo cual resulta del todo obvio, que va a cambiar sustancialmente, además a lo que es en sí la Economía. Pues sus agentes se van a ver obligados a tener que cambiar la óptica en la que se ha venido desarrollando sus actos económicos, al tener que incluir en sus análisis la existencia de intereses negativos, que harán, indefectiblemente, que la valoración de cualquier hecho económico se deba tener en cuenta de una manera diferente a la que se ha venido teniendo hasta ahora, ya que siempre, en el escenario económico, se había considerado que la tasa de interés era, lógicamente, positiva.