
Hay un rincón en la provincia de Burgos que parece sacado de una postal noruega en verano y está enamorado a los fans del turismo activo con alma rural. Hablamos de los llamados fiordos burgaleses, un espectacular paisaje entre desfiladeros, bosques infinitos y aguas tranquilas que serpentean las comarcas de Bureba-Ebro y Las Merindades.
Este singular enclave se encuentra en el corazón del Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil, un paraíso de biodiversidad y paisajes de vértigo. En su interior, el Pantano de Sobrón invita a vivir una experiencia diferente: navegar por sus tranquilas aguas a bordo de un barco mientras, en lo alto, el majestuoso vuelo del buitre leonado completa una escena de naturaleza en estado puro.
Y esta es solo una de las muchas experiencias que ofrece el llamado Territorio Obarenes: un auténtico paraíso para los amantes del turismo activo, con ciclorrutas que atraviesan paisajes de postal, vías ferratas para los más intrépidos y miradores de vértigo donde la naturaleza se impone como gran protagonista.
Cinco razones por las que todo el mundo habla de los fiordos burgaleses
- Una travesía mágica a bordo de un barco electrosolar
El Pico Humión, la cumbre más alta de los Montes Obarenes, observa en silencio una travesía mágica por el Ebro a su paso por el Pantano de Sobrón. Ya no hace falta tener barco propio para recorrer estas aguas: basta con subir al barco electrosolar (60 plazas; 10?euros adultos, 5? euros niños) que parte del embarcadero de San Martín de Don, en pleno Valle de Tobalina.

Una hora de navegación tranquila —y totalmente silenciosa— que regala postales únicas: desfiladeros imponentes, rincones de pura calma y cielos donde es fácil ver planear al buitre leonado o a las aves acuáticas que habitan este rincón aún por descubrir.
- Una vía ferrata que parece infinita (rodeada de un bosque inmenso y unas vistas privilegiadas)
Si lo tuyo es sentir la adrenalina a tope, en este entorno hay hasta cinco vías ferratas para descubrir un escenario de vértigo que te pondrán al límite. Las primeras, en Silanes y Tobera, ya estaban abiertas; y este verano se han inaugurado las de Pancorbo, Oña y Bozoó.

La joya para los más valientes es la vía ferrata de Silanes, con un nivel K3+ (dificultad media-alta) que incluye algunas novedades: un péndulo, tres puentes colgantes y una tirolina sobre el desfiladero de la Canaleja, con el rugido del río Silanes a tus pies. Si eres novato en estas lides, mejor consulta con las empresas especializadas de la zona antes de lanzarte a la aventura. Para los que buscan algo un poco más suave, la vía de Tobera, junto a la ermita de la Hoz, ofrece un recorrido entre rocas y vegetación que combina ejercicio y paisaje en dosis perfectas.
- Miradores para avistar buitres y halcones en Territorio Obarenes
El buitre leonado, el ave rapaz más grande de Europa, ha elegido este territorio como su hogar, y eso ya es razón suficiente para perderse en esta naturaleza espectacular. Pero no está solo: el águila real, el halcón peregrino y otras especies impresionantes surcan los cielos de bosques que se abren en abruptas paredes rocosas cubiertas de vegetación exuberante.

Para los amantes del birdwatching y la naturaleza en estado puro, ahora hay seis nuevos miradores estratégicos —en Oña, San Zadornil, Pancorbo y más— desde donde observar estos gigantes alados en todo su esplendor.
- Rutas ciclopeatonales y adaptadas
Cuatro nuevas vías ciclistas acondicionadas en Medina de Pomar, Frías y Cillaperlata invitan a explorar sobre dos ruedas la belleza natural de las comarcas de Bureba-Ebro y Las Merindades. Y para los que prefieren pedalear sin sudar, hay 51 bicicletas eléctricas de alquiler repartidas en seis puntos clave: Oña, Cubo de Bureba, Frías, Santa Gadea, Pancorbo y Busto de Bureba.
Desde un relajado paseo junto al río Oca entre Oña y Trespaderne, siguiendo la Vía Verde del antiguo tren Burgos-Santander, hasta la ruta que conecta Frías —la ciudad más pequeña de España— con Tobera, 'El pueblo de las mil cascadas', las opciones son perfectas para rodar en solitario, en familia o con amigos.

- Una centra nuclear convertida en un museo natural
El Plan de Sostenibilidad Turística en Destino (PSTD) Garoña, financiado por la Unión Europea a través de Next Generation, es la apuesta más ambiciosa de la Diputación de Burgos para impulsar un turismo respetuoso con el medio ambiente, la economía local y el territorio.

Gracias a esta iniciativa, y a través de SODEBUR, se ha dado un giro espectacular al entorno de la antigua central nuclear de Garoña, transformándolo en un destino de turismo activo y sostenible. Este proyecto abarca 23 municipios en las comarcas de Las Merindades y Bureba-Ebro, y ya se ha convertido en un espacio de referencia para quienes buscan disfrutar de la naturaleza con calidad y conciencia ecológica en un rincón único de España.
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