Evasión

Por qué es importante secar bien el pescado antes de dorarlo (y no deberías olvidar este paso): el truco de los cocineros que lo cambia todo

Pescado. Foto: iStock.

Cuando se habla de cocina, o más bien técnica en la cocina, algunas personas deciden seguir un poco su intuición. Una manera de confiar en el proceso, pero lo cierto es que entre los fogones hay mucho de química. Por ello, y para desarrollar esas habilidades culinarias, hay que entender bien qué es lo que pasa dentro de la cocina.

Esto se puede ver en el caso del pescado. Cuando compramos pescado fresco y se planea hacer una cena sana y deliciosa, se busca una buena receta para hacerlo con ilusión. Sin embargo, hay un truco que se debe hacer siempre antes de empezar para que no quede chicloso: secarlo muy bien.

El truco del pescado dorado

A la hora de comprarlo fresco, o incluso de descongelarlo, puede darse el caso de que el pescado esté húmedo. Si se cocina sin más (no se seca) toda esa agua irá a parar a la sartén caliente y se convertirá en vapor. Esto hará que no se tueste bien y se cocerá en su propia agua.

Es por esto que muchas veces el pescado queda blanco, blando y algo chicloso. Sin embargo, este simple truco que emplean los cocineros profesionales hace que el resultado sea bien crujiente por fuera y tierno por dentro.

En profundidad

No es necesario nada más que un trozo de papel de cocina o un paño bien limpio. Se pasa por todos los lados del pescado para quitar la humedad. Luego, cuando la sartén y el aceite estén bien caliente (no antes) pon el pescado y tardará muy poco en hacerse con un resultado inmejorable.

Además, si se seca bien el pescado se evita que se pegue a la sartén y al darle la vuelta se rompa.

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