
El calor de la capital invita a buscar nuevos lugares, a poder ser cercanos, para refrescarse y descansar un poco. En la Comunidad de Madrid hay muchos rincones que destacan por ser zonas de baño de renombre, como el Pantano de San Juan o Rascafría. Sin embargo, no hay que hacer cientos de kilómetros para encontrar otros lugares más tranquilos y menos masificados. La Charca de la Nieta, en Piedralaves (Ávila), es un ejemplo.
Se trata de una joya natural que por el momento había permanecido casi desconocida en el Valle del Tiétar. Está a menos de 100 km de Madrid, por lo que apenas se tardará una hora y media en llegar. La zona de baño está formada por un muro de contención en la Garganta de Nuño Cojo, por lo que se retienen las aguas frías que llegan directamente de la sierra de Gredos.
Sin duda es un lugar perfecto para pasar un día entre árboles y agua bien fría. Lo bueno que tiene este enclave es que hay zonas para todos: por una parte zonas de sombra y otras de sol perfectas para descansar en paz.
Aunque es cierto que no es tan conocido como otras zonas de baño, si que es cierto que en julio y agosto puede haber bastante ambiente. El acceso durante la época estival es completamente gratuito, por lo que no hay ni que reservar ni pagar entrada.
Cuenta con una poza profunda ideal para nadar seguido de una segunda poza más pequeña, perfecta para los pequeños, que vierte el agua hacia la charca principal mediante una cascada.
Acceso al entorno
Desde el centro de Piedralaves no se tarda ni 5 minutos en llegar caminando. Lo único que hay que hacer es seguir la calle Progreso hacia la presa del Horcajo. Al pie del sendero hay un aparcamiento, al lado de una fuente con agua potable y una zona de merenderos perfectamente adapatada.
La zona puede llenarse, pero siempre será más tranquila que otras zonas de baño en verano, por lo que ha obtenido una puntuación de 4,4 sobre 5.
Para aquellos que no les termine de convencer el agua, al lado del aparcamiento se encuentran rutas como la Senda de las Pozas, que recorre la garganta con varias áreas de baño improvisadas, o la Senda de las Minas que llega hasta la antigua "mina de los Deseos".
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