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Las personas que quieren mantener un vínculo con sus nietos tras el paso del tiempo tienen que tener en cuenta estos 10 hábitos

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El vínculo que se forma entre abuelos y nietos es algo único durante el desarrollo de los pequeños. Para los niños los abuelos son los guardianes de la familia y con ellos pueden llegar a formar lazos muy fuertes, pero esto no ocurre de la noche a la mañana. Según Farley Ledgerwood, un especialista en desarrollo personal y psicología, este vínculo es algo que se trabaja día a día con constancia y sin pausa. En el blog Global English Editing, Ledgerwood destaca la importancia de 10 hábitos que hay que hacer diariamente para conseguir la mejor relación posible.

Los abuelos tener inconscientemente estos comportamientos, pero no está demás trabajar en ellos para fortalecer aún más la relación. El experto deja claro que no se necesitan juguetes lujosos o vacaciones impresionantes para conseguir el cariño de los pequeños, sino que con estos comportamientos que él mismo ha experimentado bastaría para conseguir ser los mejores abuelos y nietos.

Los niños, aunque sean muy pequeños, recuerdan más de lo que puede parecer. Es por ello que estar presente en la vida de los niños, apareciendo no solo en cumpleaños u obras escolares, marcará la diferencia. Es un martes normal sin nada que celebrar, pero estás ahí para estar con él o ella. "La coherencia es lo que hace que un niño se sienta seguro contigo", explica el especialista sobre que lo único que necesitan es saber que en ti se puede confiar.

Escuchar sin interrumpir puede parecer simple, pero requiere más esfuerzo de lo que crees. Aunque la explicación sea tosca y torpe, si paras a escuchar simplemente se le ilumina la cara porque se siente escuchado y "eso importa más que cualquier comentario que puedas darle". La base indiscutible para conseguir un vínculo inquebrantable.

El abuelo que está contando todo el rato sus batallitas puede parecer un cliché, pero a los niños les encanta que compartas las historias. El pasado, cosas como una máquina de escribir o enviar postales a la gente, les resulta fascinante. Se ríen de lo antiguo, pero esas historias se quedan con ellos. Cuando se comparten estas intimidades se crea un gran puente entre generaciones.

A los niños pequeños les gusta sentirse capaces de hacer cosas y cuando consiguen algo van rápido a enseñarlo. Si se le permite tomar la iniciativa y aprendan a su ritmo puede que no lo consigan a la primera, pero le das la confianza y hace que el vínculo se sienta mutuo, no unilateral.

Cumplir las promesas y no importa lo pequeñas que sean. Trata de no olvidarte esas galletas que le prometiste. Los niños recuerdan más las promesas rotas que las cumplidas, por lo que si le fallas con el tiempo la relación se podrá ir deteriorando. La confiabilidad es la base de una fuerte conexión emocional.

Este hábito se centra en las relaciones que se tiene entre los nietos. Puede que sean familia, pero no por ello tienen que ser ni parecidos. Es importante dedicar tiempo a cada uno y que cada niño se sienta valorado como individuo. Eso contribuye en gran medida a construir algo irrompible.

En una relación entre abuelo y nieto no hay condiciones ni reproches, el experto apunta que "no calificamos las calificaciones ni imponemos horas de dormir todas las noches". Así con el tiempo se creará una conexión de complicidad, difícil de romper.

A medida que un niño va creciendo resulta algo complicado respetar los límites y empezar a notar esa distancia que imponen. Es el momento en el que no siempre querrán abrazos o hablar, puede que en ocasiones solo quieran que los acompañes a casa o al cole sin mediar palabra. "respetar su ritmo y demostrar que estás disponible cuando tienen ganas de abrirse... eso genera una confianza discreta".

A medida que crecen la cosa va complicándose porque hay que estar al día. Los niños se sienten atraídos por adultos comprometidos con la vida y no estancados en el pasado. Con esto no significa que estés a la moda y entiendas todos los memes que te enseñe, sino que muestres interés por aprender. Además, si consigues que te enseñe algo nuevo mejor para la relación.

Renuncia al control. No eres su padre ni los niños quieren otro progenitor, así que si no se quiere perder esa cercanía hay que buscar ser su lugar seguro: guiarlos sin dictarles nada.

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