
Preparar un huevo frito tanto para acompañar una comida como para que sea el plato principal es una opción que nunca falla. Se quiera preparar un desayuno contundente, una comida o una cena, esta manera de preparar el huevo es la favorita de muchos con su "puntilla" crujiente y su yema líquida.
Cada cierto tiempo surgen en redes trucos que prometen ser infalibles, aunque la realidad suele ser bien distinta. Los dos platos para hacerlo al microondas no funcionan: el resultado es que la yema está cocida y la clara algo cruda.
Por suerte hay otros que son infalibles y con los que se puede disfrutar de este plato sin una gota de aceite. En total hay dos buenas técnicas: la primera es el pepino y la segunda el agua.
El truco del pepino
Consiste básicamente en poner una sartén al fuego e ir restregando una rodaja de pepino por la superficie durante un rato. Si cuando se echa el huevo se tapa la sartén el resultado será que salga perfecto sin pegarse.
El pepino tiene una gran cantidad de agua, por lo que al frotarlo se libera una película protectora temporal entre la sartén y el huevo. Sin embargo, el divulgador y doctor en química Vladimir Sánchez explica en su canal de Instagram que este no es el único componente que se desprende: "todos estos compuestos podrían acabar degradando la sartén con el tiempo y se perdería la eficacia inicial", apunta.
El truco del agua
Por suerte este no es el único método que se ha popularizado. El influencer @elnutricionisto ha presentado al agua como su aliado.
Lo único que hay que hacer es añadir un chorro de agua a la sartén y cuando empiece a hervir poner el huevo. Se tapa y se deja cocinar un minuto. El resultado es el de un falso huevo frito hecho a la perfección.
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