Ni en las patatas ni en los huevos: aquí está el truco infalible de Martín Berasategui para que la tortilla de patatas no quede seca

La tortilla de patatas, a pesar de ser un clásico en la gastronomía española que no puede faltar, es también un foco de debate: con o sin cebolla, poco hecha o bien cuajada. Sin embargo, lo que si está claro es que nadie la quiere seca. Es una pena que un plato, que para algunos puede ser complicado, termine siendo un bloque que solo puede pasar con agua.

Por suerte hay muchos trucos sencillos que evitan este problema y el prestigioso chef Martín Berasategui tiene uno clave con el que siempre se conseguirá sorprender a los invitados (hasta a ti mismo). Con este método el éxito en la cocina está garantizado, aunque podrías convertirte en la persona a la que siempre le toca llevar la tortilla a las quedadas.

Un secreto para que la tortilla quede melosa

El truco no está ni en las patatas ni en el fugo, no hace falta añadirle ingredientes raros o usar técnicas "secretas" para cocinar. Lo único que tienes que tener en cuenta es que cuanto más tiempo le dediques más posibilidades hay de éxito. Por ello controlar el fuego, y cómo se fríen las patatas, es la clave más importante.

Lo primero que hay que hacer cuando se empieza a cocinar es preparar el aceite para que esté bien caliente. Una temperatura adecuada hará que las patatas queden mejor todavía. Si se empieza con el aceite frío estas no se freirán, sino que se cocerán en aceite: textura arruinada.

La capa exterior crujiente que tanto gusta es lo que se busca, por lo que antes de añadir la patata se bajará el fuego y una vez que se doren se cocinarán lentamente. De esta manera quedará melosa por dentro mientras que por fuera estará bien de crujiente. Si la sartén se tapa las patatas se ablandarán más rápido.

Ya están bien hechas. Es el momento de quitarles todo el aceite. Si no se retira correctamente antes de mezclar con el huevo la tortilla quedará algo aceitosa y más pesada. Hay que encontrar el equilibrio, por lo que se deben secar bien de aceite las patatas fritas.

Antes de mezclarlo todo, los huevos no se pueden batir con mucha fuerza. Esa espuma que sale hará que se cuaje demasiado y saldrá una tortilla esponjosa, pero seca. Por ello lo mejor es batirlos con una cuchara lentamente y añadirlos a las patatas, más o menos hasta que se cubran en un dedo y medio.

Salar bien la tortilla es otro de los puntos que genera dudas ¿cuándo hay que echarle sal? Pues bien, Berasategui recomienda que se debe echar mientras las patatas se fríen y, además, al huevo antes de mezclar. Un doble punto con el que consigue una tortilla bien sabrosa.

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